Antes y después del botox (en la clínica Menorca)

La inyecciones de botox son la mejor técnica de la medicina estética para disimular, difuminar y hasta casi borrar las arrugas de las patas de gallo, la frente y entrecejo.

Ni siquiera un lifting facial acaba con esos surquitos o grandes surcos que se forman en el ojo cuando nos reimos o gesticulamos y que, para mi gusto, son los que más años echan encima a una mujer. Sí, sí, es verdad que las arrugas son el rastro de una vida, de cada personalidad, pero yo prefiero menos literatura y creo que reducirlas  rejuvenece y quita ese aspecto de ‘estoy cansada, estoy enferma’. Las ojeras, las bolsas de los ojos, las arrugas del contorno de los ojos y frente se alisan con el tratamiento de botox y dan una expresión más fresca a la mirada.

Esta vez fui a la clínica Menorca y me puse en manos de su director, el doctor Ángel Martín. La verdad es que tenía mala cara, muchas ojeras, muchas arrugas alrededor de los ojos y cara de muy mala cuando fruncía el ceño. Primero me pinchó en varios puntos de ‘la recta final’ de las arrugas de las patas de gallo de ambos lados de la cara. Después, algunos pinchazos en la parte superior de la frente, en el arco superior de las cejas y en el entrecejo. Apenas diez minutos sin más dolor que los pinchacitos.

Eso sí, por mucho que parezca coser y cantar, para una correcta y estratégica aplicación hay que haber practicado cientos de veces y conocer al dedillo donde sí y dónde no se puede pinchar, porque ya sabemos lo venenosísima que puede resultar la toxina botulínica si no se aplica adecuadamente. Así que nada de acudir a lugares que no estén acreditados para evitar disgustos. Me fui sin moratones y con la recomendación de no tumbarme hasta cinco horas después.

Esperé los quince días recomendados y, a partir de la primera semana, empecé a ver que ya no estaba tan fea cuando fruncía el ceño porque no podía arrugarlo tanto. La frente tampoco me marcaba dos grandes surquitos horizontales… Y a los quince días se difuminaron una barbaridad las arrugas de alrededor de los ojos, se estiró un poco el párpado inferior, la frente quedó lisa y se me iluminó la mirada. Eso sí, un poco al estilo Cenicienta, a los seis meses o así vuelves al punto de salida. Será por eso que las actrices top repiten y repiten, especialmente Nicole Kidman y Renée Zelwegger.

Y ya sabes, no hay mejor garantía de un buen resultado en medicina o cirugía estética que cuando alguien te mira y te dice: ‘qué guapa estás’, ¿te has cambiado el corte de pelo? o ‘qué mona te veo’, ¿quién te ha maquillado?. Lo ideal es que te vean mejor pero sin saber por qué. Y esas preguntas escucho en las últimas semanas.

¡Qué gusto, da un gran subidón psicológico!