Estoy brillando con highliter… ¿no lo ves?

Te apasiona el brilli-brilli, qué le vas a hacer. A la urraca de postín que llevas dentro se le enamora el alma con el sinfín de productos iluminadores que ofrece el mercado. Ahora bien, y mira en el fondo de tu alma para responder esta pregunta, ¿realmente sabes usar el iluminador?

Te damos 10 claves de luxe para que tu glow sea de auténtica categoría. ¡Compra oro!

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  1. Con mucho tacto.

Y mucha textura. El iluminador comprende producto fluido, en polvo o incluso multiusos; y algunos, además de iluminar lo opaco, corrigen imperfecciones.

  1. La edad de la inocencia

Si tu piel muestra signos de cansancio o de envejecimiento, es preferible un iluminador corrector fluido que mitigue la ojera, cubra líneas de expresión e ilumine, como Dios manda.

  1. Mix & match!

Si añades un par de gotas a tu base de maquillaje, tendrás un maquillaje glowy natural que no se lo salta Rosalía.

  1. El mapa del tesoro

Aunque te seduzca ponértelo por toda la cara mientras gozas intensamente, las zonas donde favorece este asunto son: zona alta del pómulo, arco de las cejas, zona del lagrimal y arco de Cupido.

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  1. Polvo serás

Si apuestas por un iluminador en polvo, elígelo en función de tu tono de piel y aplícalo en la zona alta del rostro, al igual que los de textura fluida.

  1. Tres-en-uno

Los iluminadores multiusos son una gozada, no se puede expresar de otro modo. Si tienen varios colores en el mismo producto, los puedes usar como colorete irisado -fetén para verano e invierno- o como sombra de ojos fresca, luminosa y natural.

  1. El milagro anti-grasa

El único caso en la faz de la tierra en el que hay que valorar si vale la pena el brilli-brilli, es en pieles grasas. Quizá te venga mejor otro acabado, sobre todo en la zona T.

  1. Oro parece, bálsamos son

Tu piel es normal o seca. Has salido de casa sin tu iluminador y te entra un ansia desmedida por brillar. ¡No te desesperes! Puedes solucionarlo con un poco de Biopel o de bálsamo clásico, tipo el 8 horas de Elizabeth Arden. El resultado es súper natural y jugoso aún sin las deseadas partículas de luz.

  1. Recuerda que puedes dejarlo cuando quieras.

El iluminador engancha. Y tiene el peligro de que termines brillando como una bola de Navidad. Para evitarlo, úsalo sólo ahí donde realmente mola usarlo -ver punto 4- y juega con los polvos de sol para crear volúmenes.

  1. Ese cuerpito que no pase hambre

Que digo yo que por qué no te ibas a poner iluminador en el body, con lo que te gusta. Si te aplicas un toque de luz en la clavícula, tendrás un look arrebatador para tus fiestas de guardar.