Lacroix para Desigual: A talk with a soulmate. Así se llama la última colección cápsula del maestro de la moda para la firma catalana.
Una colección de 15 prendas que planta en el otoño-invierno lo mejor de las flores de primavera.
Vestidos, abrigos, blusas, camisas y túnicas. Todo con un aire romántico, plasmado en detalles como la delicadeza de la seda y la viscosa, o las grandes lazadas al cuello. Así es la nueva colección de Lacroix para Desigual.
Para esta ocasión, el genio francés explora la vitalidad que se esconde detrás de las mezclas en la moda. Mix en patchwork, estampados vegetales y florales que se mezclan entre sí o con colores lisos, en muy diferentes tamaños. Tonos fuertes combinados (rojos con verdes y con morados) y también pasión por la logomanía chic, plasmada en las letras del nombre de la firma estampadas sobre los tejidos.
El resultado es una mini colección vital, optimista y colorida, con cortes delicados y una factura propia que responde por igual al espíritu siempre un poco irreverente de Lacroix y al imaginario divertido, informal y barroco de Desigual.
Un largo idilio… La relación de monsieur Lacroix con la firma española nació en 2010, cuando el maestro francés nacido en Arlés ya se había alejado de la alta costura.
Lo que en un principio podía parecer una alianza un poco loca, pronto se demostró como el noviazgo perfecto. La mezcla de estilos encajaba perfectamente en Lacroix y Desigual. Los universos creativos de ambos se entrelazaban.
Un desenfreno de estampados exóticos y color que, desde entonces, viene repitiéndose en cada cápsula que se lanza al mercado. Y que triunfa sin atender a tendencias.
El año pasado, para conmemorar sus ocho años de exitosa colaboración, Desigual relanzó algunas de las prendas icónicas de las colecciones cápsula con Lacroix.
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