Aunque avanzamos, las mujeres tenemos siempre que demostrar cada día lo que valemos.

Nada tiene que ver lo que podíamos hacer las mujeres hace 4 décadas con lo que hacemos ahora y sin pedir permiso a nadie; eso no lo discutimos. Pero tenemos siempre que demostrar nuestra valía más allá de lo que justifica cualquier varón, sea el que sea.

Sin ir más lejos, ahora que tenemos que volver a votar (y van…, que estamos hasta la coronilla), en el debate de la Academia de Televisión de hace unos días entre los candidatos a Presidente del Gobierno había 5 hombres. Ninguna mujer. ¿No hay mujeres en la política igual de válidas? O más, porque a estos ya les tenemos muy calados. Sigamos.

mujeres fútbol

Foto: Club Atlético de Madrid

Ya sabéis que los días 8 de cada mes, nuestro post está dedicado a nosotras, a las mujeres, a lo que hacemos, a lo que pensamos y a lo que queremos (sobre todo). En este blog, cada mes nos toca escribirlo a una de las periodistas que colaboramos en él y este mes es mi turno. Entre tantos temas no sabía muy bien cuál de ellos elegir hasta que ¡chas! leí una frase de nuestro colega (porque es periodista es colega) José María García, sí ese que ponía de chupa de dómine a los futbolistas y a los gestores deportivos en su programa de radio, y que ahora ya está jubilado pero al que le dan cancha otros colegas porque siempre dice algo sustancioso. Y vaya si lo dijo.

El fútbol femenino es una mentira. ¿Qué porcentaje de futbolistas de Primera División llegan desde el córner a la portería? No tienen fuerza. Los juveniles masculinos del Atlético de Madrid, dicho por un alto ejecutivo del club, ganarían por 10-0 al primer equipo de chicas”, soltó.

Señor García: no se pase porque sabe usted que no es verdad. Y tanto lo sabe que a los pocos días tuvo que desdecirse argumentando que “Si ha habido un defensor del deporte femenino, he sido yo” y que “he cometido el error de no aclararlo debidamente”.

Por si acaso, las jugadoras del Sporting de Gijón aceptaron el reto del periodista y consiguieron lo que García ponía en duda; ellas y otros equipos más que se han ido sumando.

Me da en la nariz que el señor García se metió en un buen jardín y viendo la que se había liado tuvo que recular.

La historia venía a cuento de la huelga de mujeres futbolistas que se han plantado porque quieren un salario justo y una jornada laboral equitativa a la de sus compañeros chicos. No es que pidan el sueldo de Cristiano Ronaldo o el de Messi o cualquier otro jugador que llena estadios, sino un sueldo para vivir del fútbol. ¿Es tanto pedir un estipendio justo de 12.000 euros al año por media jornada? Menuda miseria, ¿no? La mayoría de las futbolistas se dedican a este deporte a tiempo completo y no llegan ni a mileurista cuando cualquier jugador varón de Primera División cobra cada año un mínimo de 155.000 euros y 77.500 euros, los de Segunda. 

¿Y quién se lo trabaja más? A tenor de lo visto en los campos de fútbol, las chicas se comen el campo y la pelota en cuanto salen al césped mientras que algunas estrellas del fútbol masculino remolonean o simplemente dejan de jugar o prefieren hacerlo al golf mientras les pagan una fortuna (léase Bale).

¡Que se le ocurra a un jugador de Primera decir que va a hacer huelga! Alfombra para ellos… y pide por esa boca.

¡Ojo!, que lo que piden las futbolistas no es exclusivo de estas mujeres: Según los datos de INE -Instituto Nacional de Estádística- la brecha salarial es la tónica general en todos los sectores. Un hombre gana de media 26.391,84 euros al año, mientras que el salario de las mujeres es de 20.607,85 euros también al año.

Sofonisba Anguissola Autorretrato

Autorretraro ante el caballete. Obra de Soffonisba Anguisola. Foto: Cedida Museo del Prado

En las antípodas del fútbol, también me ha llamado la atención la exposición que se está celebrando en el Museo del Prado bajo el título de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras, que se puede ver hasta el 2 de febrero de 2020, y que recoge los trabajos más importantes de dos de las mujeres más notables de la Historia del Arte de la segunda mitad del siglo XVI.

¿No os hace reflexionar el hecho de que de las 8.000 obras que hay en el Prado, entre las expuestas y las que están guardadas en sus almacenes, sólo haya 30 obras pintadas por mujeres? 

Marte Y Venus, Lavinia Fontana

Marte y Venus. Obra de Lavinia Fontana. Foto: Cedida Museo del Prado

La exposición que ahora se presenta muestra 75 obras -cincuenta y seis de ellas, pinturas- procedentes de más de una veintena de colecciones europeas y americanas, con las que el Prado recorre la trayectoria artística de estas dos pintoras, que alcanzaron reconocimiento y notoriedad entre sus contemporáneos, pero cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo.

Más curioso es el caso de que sí que ha habido más mujeres pintoras, claro; al igual que ha habido mujeres que se han dedicado a cualquier arte o profesión, pero después del éxito que obtuvieron en su tiempo sus obras se atribuyeron a hombres porque -agarraos- “cuando se verificaba que la autora era una mujer, bajaba mucho el valor económico y simbólico de la obra”, se dice en el texto que tiene colgado el propio museo con la referencia de la exposición.

Fútbol, pintura, política… cualquier actividad nos cuesta sudor y lágrimas. ¿Hasta cuándo no se va a reconocer el esfuerzo de una mujer? ¿Hasta cuándo, mujeres olvidadas?