Cultivar tu cabello con los cuidados adecuados está muy bien. Pero, ¿no estarás cometiendo errores de libro que perjudican seriamente a tu melena?

Como el resto de tejidos y órganos, el  cabello está sujeto a cierto declive natural. La genética y el paso del tiempo se amalgaman en el molinillo de la degradación, pero también influye la repetición cotidiana de gestos inadecuados. ¡Y el maltrato radical que suponen las coloraciones químicas y el uso de secadores!

En general, hay ciertos errores extendidos que nos vamos transmitiendo unas a otras, sin que un espíritu atento y concienciado nos aconseje dignamente. Pequeños errores ‘culturales’ con consecuencias, en este caso, potencialmente catastróficas para tu salud capilar. Pongamos freno a este sindiós.

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  1. Abuso de gadgets para secar y moldear el cabello.

Tienes el cabello rizado o muy liso. Da lo mismo: su naturaleza no te satisface y, para domarla y corregirla, empleas toda clase de gadgets que se sirven de altísimas temperaturas para obrar esa transformación.

Si tu pelo pudiera gritar, lo haría. Porque por mucho que emplees artilugios de última generación o que untes tu melena con un protector térmico, los 230 grados de media que puede alcanzar una plancha, no se los quita nadie.

El daño es especialmente acusado en las puntas, pero puede afectar también al cuero cabelludo, lo que pone en riesgo la vitalidad del folículo piloso. Si no puedes vivir sin el secador, reduce el estrés de tu melena empleando siempre la temperatura ambiente. Regula la plancha al mínimo de su capacidad si la vas a usar a diario y trata de programarte descansos semanales de ‘artilugios’.

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  1. El frotar se va a acabar

¿Quién no se hace un precioso envoltorio con la toalla estilo Carmen Miranda al salir de la ducha? La mejor manera de secar el pelo es ésa, envolviendo la melena con suavidad y sin frotar, puesto que ese gesto puede debilitar mucho el pelo, cuando no partirlo directamente. Además, frotar favorece el encrespamiento, así que ya sabes… que no te pierda la prisa y a secar con mimo.

  1. Cuidado con la humedad

No secar bien el cabello también puede tener consecuencias negativas. La humedad continuada agrede los tejidos, especialmente el pelo puesto que produce un deterioro en la membrana celular de cada cabello, lo que afecta al brillo y fuerza. Si tienes una melena abundante y gruesa que tarda en secar por sí sola (por ejemplo, porque vives en un entorno de abundante humedad medioambiental), date un toque de secador a temperatura ambiente y deja que el aire haga el resto.

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  1. La frecuencia de lavado justa

Sin duda, uno de los trending topic en ‘Casa Google’. Encontrar el algoritmo perfecto del cuidado capilar pasa por saber cuánto lavarlo, y la respuesta no puede ser más personal…

Un cabello graso necesitará un lavado diario. Los pelos más secos pueden aguantar un poco más, y también puedes recurrir a trucos como el champú en seco o peinar tu cabello para disimular que no está totalmente limpio.

Ahora bien, lo que realmente marca la diferencia es que estés usando el producto adecuado, específico para tu tipo de cabello y para la frecuencia de lavado que desees. Si te lo vas a lavar a diario, lo recomendable es que hagas el mayor número de lavado con un producto suave de uso cotidiano, y sólo dos o tres con el específico, que contiene ingredientes activos más sofisticados.