La Nueva Humanidad se parece mucho a la vieja en términos de acumulación de grasa. Pero tranquila: hay muchos platos de chiringuito que puedes comer sin preocuparte por engordar.
Te has pasado el confinamiento explorando el ángulo exacto en el que las sentadillas son realmente eficaces, y ahora no estás dispuesta a tirar tanto esfuerzo por la borda. Relaja cuerpo y mente: disfrutar de una comida en el chiringuito sin engordar es más que posible.
Quizá este año engordar o retener líquidos sean las últimas de tus preocupaciones. Quizá poder estar al sol en algún chiringuito de la orografía española te parezca un regalo. Sin duda lo es, pero no es necesario envolverlo en un lustroso rollo de grasa en torno al ombligo. Y comer fuera, en un chiringuito o en una callejuela de la ciudad, siempre entraña cierto ‘peligro’, especialmente si se repite y repite a lo largo de la semana.
El problema no es la materia prima, sino el modo en que se cocina
Para aligerar esas digestiones y que la factura sólo sea en papel, elige raciones de alimentos frescos preparados de la manera más natural posible. Crudo, al vapor o a la plancha son las mejores preparaciones; y además conservan las propiedades nutritivas de los alimentos. Los mejillones mejor al vapor o con vinagreta que con bechamel u otra salsa, boquerones en vinagre mejor que fritos, el pescado a la plancha mejor que rebozado…
Para empezar, toma ensaladas en cualquiera de sus versiones, gazpacho o salmorejo, verduras… El verano es un momento ideal para introducir muchos ‘colores’ en el plato y, con ellos, bien de antioxidantes y vitaminas.
Con qué lo riego
Muchas veces nos cortamos con la comida y nos obstinamos en beber como si no hubiera un mañana. Una ‘debilidad’ comprensible que hace que salgamos a 4 patas del chiringuito y con una enorme cantidad de calorías vacías entre pecho y espalda. Si estás en la cosa de la moderación calórica, dale al tinto de verano con gaseosa (mejor que con limón puesto que generalmente contiene más azúcar), cerveza, vino blanco o tinto o incluso champagne. Bebe un vaso de agua entre cada copa: te saciarás más y favorecerás la eliminación del alcohol.
Si te apetece un cóctel, el menos calórico de la oferta habitual es el Bloody Mary -que a ciertos efectos es casi una ensalada ‘divertida’-. Otra idea es que pidas que te pongan muy poca azúcar (o ninguna) en el resto de las propuestas.
A la postre
La fruta es la mejor idea, como supongo venías temiendo imaginando. Otras opciones bajas en calorías son los polos, los granizados o los helados de yogur, así como los smoothies ricos en frutas y verduras (¡y hielo!).
Recuerda la regla de oro. Si te pasas un día, no importa. Compensa en la cena y al día siguiente y ¡listo!
Feliz verano, Belleza Pura.