Sí: ¡se puede! El maquillador oficial de Lancôme Roberto Siguero nos da las claves.

Que si para qué me voy a pintar los labios bajo el ‘bozal’, que si la barra hace transfer y dejo la mascarilla hecha un asco, que si mejor me los pinto al llegar al restaurante para que no se estropeen…

Una tiene que elegir sus batallas, y ésta, desde luego, merece ser resuelta con practicidad exquisita. El maquillador de Lancôme Roberto Siguero nos enseña cómo maquillarnos los labios para que se mantengan impecables incluso bajo la mascarilla.

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  1. El acabado es lo más importante

“Mate mejor que gloss o brillo”. De cajón de madera de pino, querida compi de fatigas. Cuanto más se fije el producto a tus labios, menos posibilidades de que se emborrone la mascarilla con el roce.

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  1. Perfila y difumina

Roberto nos aconseja perfilar y rellenar los labios con el mismo perfilador. “Así evitaremos que la barra pierda definición y se mueva. Aplica el tono elegido -debe ser el mismo que el labial exactamente- y difumina para que el resultado sea más homogéneo”.

  1. Sello de calidad

Una vez hayamos trabajado los labios con el perfilador, aplica una finíiiisima capa de polvos sueltos. Te ayudarán a fijar la barra y eliminar brillos de paso que aumentas la duración del maquillaje hasta lo que te dé de sí la cita.

  1. Maquíllate, maquíllate

Volvemos al punto 1. Es el momento de blandir el arma secreta que hará que tu mascarilla no parezca la Sábana Santa: la barra de labios mate, mejor si es de fórmula no-transfer como L´Absolu Drama Matte de Lancôme. Te encantará su textura aterciopelada de larga duración.

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  1. Fija y da esplendor.

Este último punto, sin ser del todo imprescindible, te dará bienestar y te protegerá de la contaminación. Se trata de pulverizar tus labios con un fijador de maquillaje. Lancôme tiene uno llamado Fix it Forget It que es rico en antioxidantes y mantiene el maquillaje con la frescura de la aplicación reciente. Es rico, además, en ácido hialurónico, y por supuesto es válido para el resto del rostro.