Deseas fervientemente usar pestañas postizas, pero a su vez te inspiran temor a parecer una muñeca diabólica. Aprende a dominarlas y abandónate a tu humilde guilty pleasure.

Pocos elementos del universo beauty, cirugía estética aparte, inspiran más ‘respeto’ que las pestañas postizas. No sólo por su aspecto artificial, sino también por el hecho de que no son especialmente intuitivas de poner y parece que en cualquier momento se puedan despegar, confiriéndonos un aspecto rocambolesco poco apetecible.

Pero no te preocupes, que si de algo sirve aprender algo es para transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones de feligresas de la belleza. Es lo que ha hecho Huda Kattan, gurú de las pestañas postizas y consejera hoy en ésta, tu pantalla amiga. Sigue sus pasos y podrás enmarcar tu mirada con cualquier pestaña postiza que el mercado te ofrezca.

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  1. El tamaño importa

Las pestañas postizas están ideadas para aportar volumen, densidad y largo a la materia prima, por lo que la mayoría son más largas que un día sin internet. Desde la fábrica salen para adaptarse a cualquier ojo, por lo que te puedes encontrar con que la medida te supera literalmente. Lo primero que todo es, por tanto, cortarlas para que encajen bien. “Hazlo desde el extremo exterior, donde son más largas, para obtener un aspecto más natural”.

  1. Mételes un buen sobeteo

Tal cual. Manoséalas con maña “para que sean más flébiles, cómodas y fáciles de poner”.

  1. El pegamento mejor sobre la mano

En lugar de aplicarlo en la banda y después a tu ojo, coloca un poco sobre el dorso de tu mano y después pasa la banda por encima. “Deja que se seque entre 10 y 30 segundos y, cuando veas que tiene la consistencia más pegajosa, habrá llegado el momento de ponerlas”, nos cuenta Huda.

  1. Cogidas con pinzas

La herramienta aliada para colocarlas. Valen las de las cejas, y la clave es utilizarlas para “empujar las esquinas exteriores e interiores hacia abajo” para situarlas sobre tu línea base. A continuación, “usa los dedos para presionarlas y aprieta ligeramente tus pestañas naturales y las postizas para asegurarte de que se funden bien”.

  1. Pintar sin parar

¡Sí! Si las pintas una vez las tengas colocadas, “se mezclarán mejor con las naturales”.