Trucos para descongestionar el contorno de ojos

Con estos gestos de automasaje (y algo más), conseguirás drenar el contorno de ojos y abrir la mirada

El contorno de ojos es la primera zona del rostro en acusar el paso del tiempo y el cansancio. Diría que incluso las preocupaciones, con permiso del rictus. Y aunque existen soluciones cosméticas muy potables y la medicina estética ha conseguido muchos avances en el cuidado de esa área tan puñetera, en este post vamos a practicar el DIY sin más armas que nuestras propias manitas. Y sus abalorios: este es el masaje made in Guerlain con el que te verás más descansada y rejuvenecida en dos minutos.

1. Control + Z a la fatiga

Quién pudiera retroceder en el tiempo, ¿eh? O tener una varita mágica que nos quitara el cansancio de un plumazo. Mientras alguien va descubriendo el sistema, démonos un masaje anti fatiga golpeando a toquecitos la parte de abajo del ojo, de fuera hacia adentro. Después, repite el gesto justo debajo de la ceja de dentro hacia fuera. Repite ambos semicírculos, pero alisando la piel con la punta de los dedos y finaliza con un pequeño masaje circular en las sienes. ¡Y haz todo el circuito una vez más!

2. Relaja el ceño

Un gesto súper relajante que suele formar parte de todo ritual facial que se precie. Con la punta de los dedos, frota enérgicamente el entrecejo de abajo arriba. La directora de programas del Instituto Guerlain recomienda repetir 6 veces.

3. Presiones para liberar la energía

Coloca las palmas de las manos debajo de cada ojo y alisa vigorosamente de dentro (lagrimal) hacia fuera (sien). Con una vez es suficiente.

Es recomendable realizar estos gestos cuando te apliques el contorno de ojos, así conseguirás potenciar los activos y, de paso, te relajarás. Si te acuerdas, realiza respiraciones profundas mientras te automasajeas y, ya puesta, piensa en cosas agradables.

Si guardas tu crema de contorno en la nevera, estará más fresquita y servirá mejor a tu propósito descongestionante.

Si tiendes a levantarte hinchada, también ayuda colocar la almohada algo más alta para favorecer la fluidez de los líquidos, beber mucha agua y ser más bien ‘sosa’ comiendo.