La verdadera ética vegana en cosmética no necesita estrategias de greenwashing ni marketing verde como reclamo para vender sus productos. La mentira se descubre a través de fórmulas con ingredientes pocos sostenibles, químicos y envases no reciclables.

El Greenwashing de la cosmética vegana es fácil de descubrir porque los productos no pueden llevar un solo ingrediente de origen animal, solo componentes naturales, sin sustancias químicas, ni activos cuestionables o poco sostenibles.

Son las mentiras verdes que se esconden tras algunas firmas de cosmética supuestamente éticas, naturales y veganas. Pero en realidad apuestan  más por la sostenibilidad de sus negocios que a favor del medio ambiente y la sostenibilidad. Incrementan las ventas con el reclamo de lo verde y vegano.

Es un lavado de imagen, un Greenwashing o engaño verde, y las firmas de cosmética supuestamente natural lo ponen en marcha para aumentar sus ventas.

Ahora todas las marcas exageran sus cualidades verdes y sostenibles debido al fuerte aumento de la demanda de cosmética vegana y natural. las de verdad son respetuosas con el medio ambiente y con el ambiente entero: vegetal y humano. Sin embargo, hay diferencias notables entre las firmas verdes y las que se quieren dar un baño de naturaleza solo en etiquetas, diseño y envases.

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Un cosmético con una fórmula vegana debe evitar forzosamente la inclusión de ingredientes de origen animal.

Los ejemplos más claros que no debe incluir una fórmula vegana es la jalea real, el polvo de perla o el colágeno. Una vez obtenida esta ‘bula papal’, esto no quiere decir que la fórmula vaya a ser especialmente limpia, eficaz o ni siquiera saludable: si coges tu lupa de leer letra pequeña, verás que en muchos productos veganos encuentras ingredientes químicos no biodegradables como el glitter o sustancias plásticas que no atienden a la filosofía de protección del planeta que asociamos con el veganismo. O ingredientes naturales no ecológicos, tratados con pesticidas químicos, o ingredientes naturales modificados genéticamente. Caldo de cultivo para la contradicción, una auténtica odisea para el consumidor que quiere hilar fino.

El greenwashing de la cosmética vegana al descubierto mirando la etiqueta y todos los ingredientes

Un consumidor con necesidades específicas tiende a buscar un mensaje claro en las etiquetas, ya sea ‘antiedad’, gluten free o natural. Vegan free es un reclamo fácil de entender y atractivo a simple vista. Si ves esa leyenda, sabes que estás cumpliendo tu principal objetivo al adquirir el producto, pero ten cuidado con el resto de la fórmula, porque podrías estar comprando un producto con químicos nocivos, tanto para ti como para el planeta.

A continuación, te dejamos la lista de los ingredientes más nocivos de la industria cosmética. Si bien la toxicidad depende de la cantidad de químico al que te expongas, hay expertos que recomiendan evitarlos, ya quieras comprar natural, vegan free o antiarrugas: lauril sulfato de sodio (sustancia que ayuda a producir espuma, presente en jabones y champús), triclosán (habitual en jabones, pastas de dientes y desodorantes), formaldehídos, parabenos (los de cadena larga son los peligrosos. Aun así, su efecto a largo plazo está poco estudiado y, en general, se tiende a evitar este conservante), PEG (aporta textura a las cremas, lo encontrarás por los sufijos “etil” o “glicol”), butilhidroxianisol (BHA) y butilhidroxitolueno (BHT), P-fenilendiamina (presente en tintes permanentes y en algunos tipos de maquillaje), dietanolamina, ftalato de dibutilo, siloxanos , perfumes (no todos son preocupantes, pero algunos pueden provocar alergias, migrañas o asma, y la cuestión es que en las etiquetas no se  suele especificar qué químico contiene la fragancia), petrolatum.

¡Viva la cosmética ética y la ética de todas las empresas en general!