Un baño caliente contra el estrés provocado por la fatiga pandémica o del tipo de que sea. No tiene contraindicaciones porque es una solución tan natural como el agua donde remojas esas emociones que te llevan a la crispación, la ansiedad o la depresión.
El baño en ofuro es un ritual japonés ancestral que busca la relajación del cuerpo y de la mente como la mejor sesión anti-estrés y sin salir de casa.
Templa tus emociones y alcanza la clama con un remedio casero que incluye aromaterapia de cedro. Aunque si no tienes la bañera adecuada, bueno será echar unas gotitas de aceites esenciales calmantes: lavanda o incluso cedro u otros aromas amaderados.
Contemplar Japón desde la perspectiva occidental es siempre fuente de asombro, admiración y perplejidad. El ‘imaginativo’ país que la globalización ha convertido en vecino es rico en tradiciones curativas que, casualmente, suelen transcurrir en el contexto de un baño inundado en vapores, sales, plantas, accesorios insólitos y mucha, mucha agua. Es el caso del baño en ofuro, la ‘terapia’ a través del agua que consiste en darse un baño en bañera de cedro.
En este lado del mundo no es que se ignore o desprecie el poder sanador del agua, pero el giro nipón tiende a ser más sofisticado, con ese punto que alía el pensamiento mágico y el materialismo racional que lo hace, de nuevo, tan interesante para un observador accidental (y occidental). En Japón, ritual del baño trasciende el bienestar o la higiene: es una concepción chamánica.
Hoy nos sumergimos en un baño en ofuro en aras de abrir la mente y sanar nuestras pupas espirituales… Vente conmigo, que la bañera tiene fondo.
Y ¿qué es el ofuro?, preguntas clavando en mi pupila tu pupila azul. Es un baño de corta duración (15-20 minutos) en agua muy caliente (40º) en una bañera de cedro. El descanso es la consecuencia natural de combinar la temperatura del agua con la aromaterapia, puesto que, al calentarse, el cedro despide aromas que nuestro cerebro interpreta como relajantes. De ahí brota la ‘magia’ de la relajación, de activar ciertas conexiones neuronales como lo haría un fármaco ad hoc y de relajar los músculos gracias a la temperatura del agua. No, no era magia -aunque si le pones voluntad te relajarás más-.
Una bañera tradicional de ofuro de madera de cedro sencillita, y para dos personas, puede costar unos 2.500 euros, por lo que en la actualidad se construyen en materiales no tan nobles y se recrea el aroma de cedro con aceites esenciales. Se recomienda darse un baño previo para limpiar el cuerpo y destinar el ofuro a la relajación y no a la higiene. E hidratarse bien durante el baño y no alargarlo más de la cuenta para no sufrir bajadas de tensión.
Ya puestas a darse un chapuzón relajante, añadiría un par de kilos de sal para que sea aún más desintoxicante, pondría música, encendería unas velas y me aplicaría una mascarilla. Y el móvil en modo avión, ni qué decir tiene. Que no nos falte psicomagia ni ácido hialurónico. Yo esto del ofuro lo veo…