Llevar mascarilla tiene sus beneficios para la piel. No todo iba a ser maskné… Vamos a tratar de cambiar nuestro marco de pensamiento y valorar las ventajas que aporta a la piel llevar mascarilla. ¡Que alguna tiene!

La mascarilla se ha convertido en el accesorio omnipresente de la Era Covid-19. Sabemos que ayuda a frenar los contagios, pero tiene una deriva ciertamente antiestética en forma de maskné. Pues bien: no todo va a ser maldecir. A pesar de todo, el uso continuado de la mascarilla no es tan malo.

Ojo: no se trata de practicar pensamiento positivo y autoengañarnos. Es que de verdad tiene sus virtudes el uso de la mascarilla. Y los vamos a ver, y nos regocijaremos por ello, uno por uno.

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6 Beneficios de llevar todo el día la mascarilla puesta

  1. Ayuda a regular la temperatura

“El uso de la mascarilla minimiza los cambios bruscos de temperatura a los que habitualmente sometemos a la piel al pasar del exterior a lugares cerrados y viceversa”, cuenta la creadora de Sepai Paula Gugliotta.

La mascarilla estabiliza la temperatura de nuestra cara y controla la vasodilatación y la sequedad cutánea asociada a estos cambios. Reconoce que te has dicho en algún momento “pues la verdad que en invierno me da como gustito llevarla”.

  1. Mirada rejuvenecida a base de centrar la atención en ella.

Quienes se olvidaban sistemáticamente del contorno de ojos han volcado sus atenciones en esta área. “Los que pensaban que el contorno de ojos era un cosmético optativo han empezado a utilizarlos, adquiriendo una nueva consciencia de la efectividad de estas fórmulas a la hora de minimizar patas de gallo y reducir bolsas y ojeras”, cuenta Sonia Márquez, directora de comunicación de Farma Dorsch.

  1. Limpieza sin mácula

Si te pasas mucho tiempo con la mascarilla y combinas este hábito con sudor, probablemente llegues a casa sintiéndote mugrienta. Resultado: limpias con más pulcritud tu cara y, a la larga, “está más oxigenada y cumple mejor con sus funciones celulares”, matiza la directora de comunicación de Farma Dorsch Sonia Márquez.

  1. Pantalla total

Una ventaja evidente. La mascarilla nos cubre prácticamente toda la cara, por lo que la protección contra los rayos UVA es altísima. ¡Ojo! Hay que seguir aplicando la crema solar de todos modos.

  1. La paradoja del acné

La pandemia nos ha dejado una nueva condición cutánea: el maskné. Sin embargo, y sin desmerecer esta ‘tragedia dérmica’, “hemos notado que las pieles naturalmente acneicas están teniendo una mejor evolución de los comedones ya que se tocan menos la cara”, cuenta la doctora Paula Rosso, del Centro Médico Lajo Plaza.

  1. Es la hora de despigmentar

Y, si me apuras, es buen momento de hacerse cualquier tratamiento médico-estético que curse con ciertos efectos secundarios temporales como hinchazón, rojez, irritación… La mascarilla es así de caritativa, esconde bien nuestras ‘vergüenzas’.

Paula Guggliota abunda en que “es el mejor momento para someterse a algún tratamiento despigmentante. En especial, si se trata de combatir las manchas de la zona del bigote, mejillas o zonas que queden tapadas por la mascarilla”.