“La mandíbula es la nueva tableta de chocolate”. De este corte son los titulares que abundan en el tirón de la mandíbula definida, notable, regia, musculada, como rasgo masculino con incuestionable atractivo entre las féminas -es de suponer que también entre los hombres-. La respuesta de los vendedores de ‘crecepelos’ no se ha hecho esperar.

Una mandíbula definida y tonificada aumenta el ‘capital erótico’ masculino, según corroboran algunos estudios. Quien no posee esta característica fruto de la afortunada combinación de sus azares genéticos, puede recurrir a la medicina estética. O bien a “Chisell”, un mordedor de goma destinado a hipertrofiar los músculos maseteros de la masticación que está haciendo verdadero furor en redes sociales. Ahora bien, ¿esto sirve para algo? Yendo un poco más allá, ¿es seguro?

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Tras las locuritas de los labios de vampiro, la dieta Cinderella o las ojeras a lo heroin chic, 2021 nos regala como última tontá viral la obsesión por la mandíbula definida de emperador romano. En los 90 no lo sabíamos, pero el progreso era poder conectar con nuestra vulnerabilidad con solo abrir una aplicación. Cuidadito con lo que mascas: en lugar de parecerte a Brad Pitt, podrías terminar con la cara de Alvin y liderar una panda de ardillas.

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Si uno quiere marcar bíceps, por ejemplo, no hay otra alternativa que el entrenamiento. Para definir el músculo hay que proporcionarle el estímulo adecuado, dejarlo descansar para que crezca, alimentarlo correctamente. Una lógica de pensamiento absolutamente aplastante que, en el caso de la mandíbula, se apoya en el uso de un mordedor de goma que se recomienda mascar varias horas al día. Se comercializa en tres niveles de dureza y se vende a un precio en torno a 30 euros.

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Antes y después del uso continuado del mordedor. Imagen publicitaria de Chisell

¿El problema? La Dra. Ana Molina, dermatóloga, señala que “estos dispositivos no solo no funcionan, sino que lo más probable es que se termine dañando la articulación temporomandibular o hipertrofiar el músculo masetero, consiguiendo una cara de ardilla”.

En las tendencias virales siempre hay alguien que sale ganando: bien quien te vende la ‘solución’ a tus preocupaciones, bien el / la / le influencer de turno que populariza la bobería de turno. Nunca quien las sigue. Desde Belleza Pura con amor te recomendamos que hagas unfollow al mascador para la mandíbula y a por otra cosa, mariposa.