Todo empezó en la pasarela, pero fue Instagram quien nos lo confirmó. Repescamos la tendencia que lo petó en los 90: el eyeliner inverso.

Dirigimos la mirada y nuestras atenciones al párpado fijo. El eyeliner inverso consiste en destinar nuestras fantasías delineantes a la water line (línea de agua), recurso muy favorecedor que consigue una mirada distinta y de impacto.

Dior dio una clase magistral sobre cómo sofisticar el eyeliner inverso en su desfile de Alta Costura Otoño / Invierno 2021, pero para encontrar el origen de esta tendencia debemos viajar un pelín en el tiempo y buscar la fuente en otros andurriales: bebe directamente de la nutritiva teta del grunge, subgénero de la música rock que se popularizó una ‘jartá’ en los 90 y que encontró una ‘embajadora de estilo’ (ay, si me leyera) en cantantes como Courtney Love.

La maquilladora Cristina Lobato nos explica cómo recrear esta tendencia y arrasar con lo que se nos ponga delante con nuestra mirada en clave bold.

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Una vez preparada la zona con el combo básico de limpieza e hidratación, se maquilla el párpado superior con un toque de iluminador o sombra clara.

Para delinear, la experta recomienda un eyeliner en gel. Con él, marcaremos la cola del eyeliner desde la línea acuosa del párpado inferior y la conectaremos con el párpado móvil.

Dejamos esa colita del delineado preparado y vamos a la zona del lagrimal. Con un pincel biselado, marcamos desde la línea del lagrimal al exterior, en ángulo hacia la nariz. De ahí, y en línea recta, vamos maquillando bajo las pestañas inferiores hacia el exterior del ojo, hasta llegar a conectarlo con el delineado que hemos realizado en el párpado superior.

Maquillamos el interior de la línea acuosa con un lápiz kohl y, para concluir, sellamos y difuminamos con una sombra de ojos. ¡A tope con el eyeliner inverso, Belleza Pura!