Conseguir unas ondas bien definidas o unos rizos sin frizz es el mayor deseo de toda melena rizada.

¿Una melena leonina de rizos marcados, pero sin frizz? He perdido la cuenta de todas las veces que he pedido este sueño a una estrella fugaz. He probado y perseguido muchas soluciones cosméticas al pelo. Os cuento mi opinión sobre lo último que mi melena ha degustado.

Las poseedoras de rizos vivimos en una eterna disyuntiva con nuestra genética. Por un lado, es grato disponer de una melena voluminosa de la que parecen brotar 15 cabellos por cada poro (aunque cuando nos pasamos por agua nos quedemos como gatitos bajo la lluvia).

Por el otro, el pelo rizado tiende a ser más seco y fosco, por lo que se ‘abre’ y esponja como loco al detectar humedad en el ambiente. Así, controlar el frizz y sellar la cutícula suelen ser las prioridades número 1 de estas melenas de ambiguas reflexiones.

Como agraciada poseedora de un pelo más bien complicadito, al que la ‘la vida’ (los embarazos, el paso del tiempo y diversas tropelías capilares) ha arrebatado su fuerza, puedo decir que he probado los más diversos productos para pelos rizados que han caído en mis manos. Veganos, sin sulfatos, sin siliconas, con todo el equipo químico, para pelos teñidos, para pelos envejecidos, para pelos sometidos a vaivenes hormonales… No me han faltado especificidad en la fórmula ni calidad en la investigación cosmética.

Sin embargo, hasta la fecha, y salvando algún Sérum y algún aceite (de los que podemos hablar otro día), no había dado con ningún tratamiento que realmente reconociera como eficaz para controlar el frizz, marcar rizo y dejar el pelo nutrido y brillante. Pues bien: ese día ha llegado. Te cuento, mientras unos querubines tocan Aleluya con un arpa, cómo cumplí mi anhelado deseo capilar.

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Sin experimentos no hay paraíso, especialmente si tienes rizos.

Si tu pelo es complicado, busca, prueba y compara. La perseverancia es clave para dar con alguna cosa que por fin responda a tus necesidades. No tires la toalla: ese producto que, misteriosamente, parece hecho a tu medida, puede estar en alguna parte.

Es lo que me ha sucedido con Revival Pro, de la marca española Bio Sakure. Ni me lo han mandado ni me lo recomendó nadie (aunque yo sí he difundido La Sagrada Palabra en petit comité antes de lanzarme a escribir este post para que lo lea ‘toa España’, como dicen en La Isla de las Tentaciones). Lo encontré de pura casualidad buscando información sobre la alta porosidad del pelo (mi triste caso, o ya más ex caso) y del blog salté a una tienda en la que entré con toda la precaución del mundo, no fuera a ser que me embaucaran entre irresistibles promesas difíciles de cumplir.

Bio Sakure nació con el objetivo de dar soluciones a los pelos rizados, pero cualquier melena se puede beneficiar de sus diversos productos, naturales, ricos en proteínas y con la sostenibilidad como motor.

Yo iba buscando algo que me tratara la porosidad, aspecto que me viene preocupando bastante. Un pelo poroso es, sencillamente, un pelo con la cutícula abierta y que, por esta razón, se rompe con facilidad, no brilla, es más frágil, tiene más frizz… Un pequeño desespero de situación.

Revival Pro es un tratamiento de proteínas hidrolizadas, colágeno marino, proteínas de arroz, vitamina B5, ácido hialurónico e inulina vegetal que persigue nutrir en profundidad las melenas muy dañadas, devolviéndoles la elasticidad y el brillo. Como cualquier consumidora curtida en mil batallas internautas, lo primero que hice fue empaparme de las reviews de la web: prácticamente todas, buenísimas. Siempre hay excepciones en las que el producto no funciona, por supuesto. Se trata, además de un producto que no es barato. Aun así, tras leer la composición y comentarlo con una amiga cosmetóloga, valoré el riesgo-beneficio y decidí que la investigación empírica merecía el desembolso.

Así es la ‘experiencia’ con Revival Pro, de Bio Sakure

Como otros tratamientos capilares para hacer en casa, véase el de tratamiento reconstructor de Miriam Quevedo u Olaplex, la cosa lleva su tiempo. En su favor juega que es sumamente sencillo de aplicar.

Con el pelo lavado y todavía mojado, se aplica el líquido (que es muy líquido) mechón a mechón. Después, se seca con secador para activar la fórmula y se deja un tiempo de exposición de 45 minutos. A continuación, se aclara la melena con cuidado y se aplica una mascarilla sin proteínas (la que tengas en casa) que ha de actuar durante 20 minutos. Una vez terminado este proceso, te aclaras la melena y comienza la fascinación. Partía de una melena muy porosa, débil y sin brillo, con el pelo ultra fino. Tras el chute de nutrientes de Revival Pro, el rizo queda perfecto, reconstruido, brillante y ¡sin frizz!, y la melena en general revive, tal y como cita su nombre (que, desde luego, le va al pelo). Un bálsamo sobre las heridas.

El resultado va perdiendo algo de lustre con los días, pero no he vuelto al estado inicial. Se puede repetir cada 6-8 semanas, o incluso antes si se tiene el pelo muy dañado. Cada bote da para unas 5 aplicaciones, según el cálculo de la marca. Si no tienes mucho pelo, posiblemente te dé para más.

Es apto para todo tipo de texturas (liso, rizado, ondulado, afro…), puesto que a todas puede beneficiar un extra de proteínas. 

Como colofón, me compré el champú sólido Fortitude, para cabellos frágiles, y nuevo éxito rotundo. Es el mejor champú sólido que he probado, sencillamente. Incluso en el propio lavado se nota lo bien que te está dejando el pelo: hidratado, brillante y ultralimpio.

Desde esta plataforma dedico una ovación a Bio Sakure. 

Precio Revival Pro: 49,95 euros, lo tienes en la web de Bio Sakure si te apetece probar.