Lisa LaFlamme, famosa presentadora de los informativos de la cadena canadiense CTV, dejó de teñir su pelo durante la pandemia y hace unos días ha sido despedida por canosa. ¿Techo de cristal o espejito de cristal?

Sigue instaurado el mantra de que un hombre con canas es atractivo, pero una mujer con el pelo blanco es vieja. Así de duro y de real. La que fue mejor presentadora de noticias en los Canadian Screen Awards ha sido despedida por canosa, por dejarse de teñir el cabello durante la pandemia. En cualquier caso sigue siendo bella y estilosa frente a las cámaras de televisión.

Pero la han despedido, algo impensable en un hombre. Aquí tenemos un David Cantero guapísimo; un Carlos Franganillo, muy joven y luciendo canas o un Josep Pedrerol que también luce pelo blanco y nadie se mete con ellos. ¿Quién se resiste a un Richard Gere o a George Clooney  aunque lleven canas?

Despedida por canosa

La reina Letizia luce mechones de su pelo con canas y defiende su estilo.

Sin embargo, Lisa LaFlamme, que ha saltado a la fama en todos los países y no precisamente por su hacer profesional (como tendría que haber pasdo), ha sido despedida por canosa. ¿Alguien lo entiende? O ¿alguien comprende que a la reina Letizia le soltara una señora, con un descaro que me dejó perpleja, durante la Feria del Libro de Madrid, que se tiñera las canas porque le hacían mayor: “hazte unas mechas, bonita”. Está claro que si somos nosotras mismas las que nos ponemos zancadillas no hace falta que nos las pongan otros.

Lisa LaFlamme, la reina Letizia o Andie MacDowell (que también ha reivindicado sus canas afirmando que “son una demostración de poder”) son 3 ejemplos que ponen de manifiesto que a las mujeres a partir de los 50 ya no se nos tiene en cuenta. Y menos si dejamos de teñirnos, por ejemplo. ¡La valía de una mujer se mide por un tinte!

Curiosamente, a partir de esa edad es cuando más se compra a pesar de que las empresas invierten más recursos en intentar vender a los jóvenes cuando el poder adquisitivo es mayor en las personas mayores de 50. Según un estudio de Farmaconfianza.com, las mujeres mayores de 65 años son líderes en compra de cosmética y parafarmacia.

¿Es menos válida Lisa LaFlamme por tener 58 años o la han despedido por canosa?

Y sin embargo, algunas empresas quieren dejar fuera de juego a las mujeres de más de 50 por el hecho de tener esa edad. ¿En algún momento se cree que con el medio siglo de existencia se está menos capacitada? ¿La capacitación va de la mano del color de pelo?

Ahora, que el talento senior parece que despega, que hay empresas que dicen que hay que reencotrarse con la capacidad de los mayores, algunos continúan con las miras muy cortas. Tanto que se permiten la desfachatez de despedir por canosa a una mujer con 58 años solo porque no quiere teñirse las canas o decir a una magnífica actriz que sería conveniente que pasara por la peluquería.

No es fácil dejarse el pelo blanco porque hay quien no lo entiende

despedida por canosa

Andie McDowell también ha luchado contra los productores cinematográficos por mantener su pelo blanco.

Andie McDowell tuvo que ponerse firme ante sus representantes que intentaban convencerla de que tenía que seguir disimulando sus magníficos 63 años. El hecho de dejarse de teñir está tirado. No vuelves a colorear tu cabello y en paz, pero hay miradas malintencionadas que te dicen: ya te va tocando un tinte… cuando llevas un centímetro de raíz. Y pones buena cara en lugar de mandar a quien sea a tomar viento fresco. Dejarse el pelo blanco no es ninguna heroicidad, como también me dijeron cuando tomé esa decisión hace más de 4 años. Eso es lo difícil: pelear contra lo convenido, hacer oídos sordos ante lo tradicional cuando tú ya estás en otra casilla o no juegas en esa liga (la de la tontería)

Hasta hace unos años, lo habitual era que nos tiñéramos. Sin embargo, desde hace unos años, dejarse crecer las canas está siendo frecuente. Más aún desde el Covid-19. Y lo mismo ha sucedido con el movimiento #kutoo para luchar contra la tiranía de los tacones.

Son pequeñas batallas que vamos ganando las mujeres con mucho esfuerzo. Y todavía dicen que para qué necesitamos un día de la mujer trabajadora…