Las cejas, protagonistas indiscutibles de nuestra expresión facial, han evolucionado a lo largo de las décadas. De las tendencias exageradas de los ochenta y noventa, hemos transitado hacia una estética más natural y definida en el siglo XXI.

El microblading de cejas se erige como un servicio esencial, seguro y accesible, dejando atrás el temor a resultados poco deseados.

El microblading de cejas, a diferencia de otras técnicas más antiguas, supone la cuidadosa implantación de pigmentos en la epidermis, la capa más superficial. Utilizando un dermógrafo, esta técnica se asemeja a una suerte de “máquina de coser en forma de pluma”, según explica Marta Chaabo, técnico de microblading de Ángela Navarro.

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Antes y después microblading en Ángela Navarro

Este servicio va más allá de la mera estética. Las cejas experimentan un verdadero “boom”, siendo uno de los rasgos fetiche de las soluciones cosméticas, pero en Ángela Navarro también se enfocan como una medida de previsión pre-oncológica. En casos en los que la pérdida de pelo es inminente que se va a recibir tratamientos oncológicos o se sufre una enfermedad autoinmune como la alopecia, el microblading se presenta como una opción para recrear cejas naturales.

El protocolo es meticuloso. Como nos explica la técnico de Ángela Navarro, salón pionero en tratamientos de belleza con enfoque oncológico, antes del procedimiento se realiza una consulta donde se discuten indicaciones y contraindicaciones. La atención a la salud es fundamental, especialmente en casos de pacientes que están por comenzar tratamientos oncológicos, donde se requiere una autorización médica previa.

La duración oscila entre uno y año y medio en condiciones ideales, seguido de un retoque. Durante la primera consulta se realiza una prueba de alergia y se explica el proceso y los cuidados posteriores. La naturalidad es clave en el diseño, buscando armonizar con la fisonomía natural en lugar de imponer un maquillaje semipermanente.

En aproximadamente tres horas, desde la fotografía inicial hasta el diseño y la aplicación, las clientas salen con cejas revitalizadas y definidas. Las recomendaciones post-procedimiento incluyen lavar las cejas con agua y jabón neutro durante la primera semana, evitando ciertos alimentos y cuidando la piel para garantizar una recuperación adecuada.

Precio: 550 euros.

Ángela Navarro

Calle Padilla, 1.

28006, Madrid.

Tel: 620 09 20 19.