¡Atención, amantes de las dietas-no-dietas y los descubrimientos nutricionales! Hoy vamos a explorar el fascinante mundo del ayuno intermitente. Esta práctica, que ha experimentado un resurgimiento impresionante en los últimos años, es de todo menos novedosa. Ayuno intermitente: ¿moda o estrategia ancestral?

A pesar de que los datos de Google nos hacen creer que el ayuno intermitente es la última moda, con un aumento del 10.000% en las búsquedas desde 2010, la verdad es que es más bien un “redescubrimiento”. Esta técnica no es ajena a diversas culturas y religiones que la han practicado desde tiempos inmemoriales.

¿En qué consiste exactamente la ‘moda’ del ayuno intermitente y cómo se hace? Básicamente, se trata de una elección consciente de no comer durante un período determinado, con la intención de mejorar la salud y, a menudo, de perder peso. Pero, ¡ojo! No es una práctica para tomar a la ligera. Se requiere consciencia y conocimiento previo para evitar convertirlo en una forma de compensar los excesos de la comida anterior.

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A vueltas con el ayuno intermitente

Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios reales del ayuno intermitente? Según varios estudios, son muchos. Desde mejorar la sensibilidad a la insulina hasta potenciar la energía y aumentar la hormona del crecimiento, pasando por la pérdida de peso y la prevención del Alzheimer. ¡Incluso se dice que prolonga la vida y ralentiza el envejecimiento! Todo digno de atención, interés y puesta en práctica, siquiera como experimento.

Centrándonos únicamente en el sistema inmune, se ha demostrado que el ayuno intermitente podría ralentizar el proceso de envejecimiento y reducir los procesos clave en el desarrollo de enfermedades autoinmunes y cáncer. Esto se debe a que los niveles elevados de glucosa, proteínas e insulina desactivan dos procesos celulares vitales: la autofagia y la apoptosis.

La autofagia es un proceso de depuración celular que descompone componentes celulares dañados cuando no hay suficiente energía para mantenerlos. Por otro lado, la apoptosis es la muerte celular programada, esencial para eliminar células envejecidas o dañadas y mantener un equilibrio celular saludable.

Sin embargo, cuando los niveles de insulina están altos, se activa la vía metabólica MTOR, que promueve la construcción celular en lugar de la limpieza. Esto significa que el cuerpo se centra en la síntesis de nuevas células en lugar de deshacerse de las dañadas, lo que puede conducir a un deterioro del sistema inmune y aumentar el riesgo de enfermedades.

Por lo tanto, al practicar el ayuno intermitente y reducir los niveles de insulina, se puede promover la autofagia y la apoptosis, permitiendo que el cuerpo se renueve y mantenga un sistema inmune fuerte y saludable.

Cuándo y quién puede hacerlo

¿Cuándo tiene sentido practicar el ayuno intermitente? Ahí, amigue míe, esta es la clave de la cuestión. Esta vaina no es para todos. Personas con peso muy bajo, menores de 18 años en pleno crecimiento, embarazadas, lactantes o aquellos que toman medicación deben evitarlo o hacerlo bajo supervisión médica. Además, es importante asegurarse de mantener una dieta equilibrada y saludable, rica en nutrientes y antioxidantes. Se debe evitar el azúcar y las harinas refinadas, mientras se potencia el consumo de grasas saludables y se garantiza un adecuado aporte de prebióticos y probióticos para mejorar la microbiota intestinal.

La variable temporal es decisiva: hay quien se siente cómodo con un esquema de ayuno de 12-16 horas diarias o quien decide introducir esta modalidad sólo algunos días a la semana. Existen opciones más radicales, de varios días de ayuno, que deben realizarse siempre bajo supervisión médica.

Es inevitable preguntarse si se pierde músculo con el ayuno intermitente. Según algunas investigaciones, no necesariamente. ¡El músculo no es el principal objetivo de nuestro cuerpo cuando necesita energía! Además, el ayuno intermitente puede potenciar la hormona del crecimiento, lo que ayuda a mantener la masa muscular.

Así, el ayuno intermitente puede ser una herramienta poderosa para mejorar nuestra salud y bienestar, siempre y cuando se practique con consciencia y conocimiento.