Ni ‘efecto oso panda’ ni ir por la vida con las ojeras cuarteadas por un corrector espurio, como si se tratara de una baldía tierra extremeña. Este producto esencial del maquillaje tiene sus chiquitruquis, y te los vamos a desvelar uno por uno.

Llega un momento en la vida -con suerte te llega más tarde que pronto-, en el que usar bien el corrector de ojeras se convierte en una aspiración vital elevada.

Eliminar la mínima mácula oscura es una estrategia de embellecimiento que sigue criterios prácticamente artísticos. El tono uniforme y liso refleja mejor la luz, lo que hace que la piel se vea más bonita y saludable y, el rostro, más juvenil. Las ojeras muy marcadas equivalen a cansancio e incluso un poquito a tristeza, aunque estés feliz como unas castañuelas. Así que a borrar esa expresión que no te corresponde con un buen producto ad hoc.

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  1. ¿Qué debería llevar tu contorno de ojos?

La piel del contorno de ojos es hasta 5 veces más frágil y seca que la del resto del rostro, credenciales suficientes para que sea la primera en mostrar los signos del envejecimiento. Fíjate en que tu crema para el contorno contenga ingredientes como cafeína (estimula la microcirculación), vitamina C (ilumina), ceramidas (hidrata) o vitamina K (descongestionante). Cuanto mejor cuides tu piel, más te lucirá el producto de maquillaje que apliques a continuación.

  1. Elige bien el corrector de ojeras.

Tal y como hemos realizado una decisión consciente e informada del contorno de ojos, procedemos a seleccionar el corrector de entre la infinita oferta del mercado. Un buen corrector de ojeras debería tener alta pigmentación (para que te cunda usando poca cantidad), una textura muy ligera (para poder trabajarlo bien y para que no marque ni media línea de expresión) y un tono versátil que se adapte bien a tu piel. Muy importante este último punto para no terminar como si vinieras de la nieve, efecto nada favorecedor.

  1. En maquillaje, siempre menos es más.

Selecciona el área a tratar con tu mirada de escáner estilo Terminator y aplica una minúscula cantidad justo encima. Así, podrás difuminar los bordes de tal que modo que el pigmento corrector se funda perfectamente con tu piel.

  1. Cómo aplicarlo.

Pincel, dedo, esponja… La variable que más afecta, sin duda, es la zona a tratar, tanto por tamaño como por acceso. En general, el dedo o el pincel suelen ser buenas herramientas y proporcionan resultados muy naturales. Extiende el producto con delicadeza justo encima de la zona más oscura y difumina los bordes sin arrastrar, sino a toquecitos. Ojera perfectamente cubierta en cuestión de segundos.

En el caso de ojeras muy oscuras, hay un tip que funciona, aplica un tono rosado primero y por encima el corrector, ya me cuentas si te gusta el resultado.