La respuesta es un ilusionante sí: la mastectomía ha dado un paso de gigante, y lo ha hecho en España. En el Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid, dos ginecólogas españolas han logrado situar nuestro país en la vanguardia de la cirugía oncológica mamaria.
Las doctoras María Teresa Blanco Guillén y Jimena Cantero han realizado con éxito la primera mastectomía robótica con conservación de piel y pezón mediante el sistema Da Vinci SP. Un avance que suena a un anhelado futuro ciencifantástico, pero que ya es realidad.

Las doctoras María Teresa Blanco Guillén y Jimena Cantero
Incisión mínima, impacto enorme
Hasta ahora, la palabra ‘mastectomía’ se asociaba a cicatrices visibles y a una pérdida estética difícil de asumir. Con esta técnica mínimamente invasiva, el tejido afectado se retira a través de una incisión de apenas 3 centímetros, ubicada fuera de la mama. El resultado: un pecho sin cicatrices externas y con la piel y el pezón intactos. Lo que antes parecía imposible se convierte en una cirugía que, en términos visuales, puede llegar a asemejarse a una intervención puramente estética.
Estética y sensibilidad, dos logros impensables
La innovación no se limita a la apariencia. Otra de las grandes conquistas es la conservación parcial de la sensibilidad cutánea, algo que las técnicas tradicionales no podían ofrecer. ‘Esto tiene un valor incalculable para las pacientes, no solo en términos estéticos sino en su recuperación emocional y funcional’, explica la doctora Blanco Guillén.
España, a la cabeza de Europa
Desde abril de 2025, el equipo de HM Sanchinarro ha intervenido con éxito a cinco pacientes seleccionadas. Y aunque en Europa son contados los centros que han incorporado esta modalidad quirúrgica, España ya puede presumir de estar entre los pioneros. Este logro no solo abre una nueva etapa en el tratamiento del cáncer de mama, sino que coloca a la medicina española en el mapa internacional de la innovación más avanzada.
Una fecha con más esperanza que nunca
Con el Día Mundial del Cáncer de Mama a la vuelta de la esquina, la noticia llega como una bocanada de optimismo. Cada avance es un recordatorio de que la investigación, la tecnología y el talento médico no se detienen. Y esta vez, el futuro no se mide solo en supervivencia, sino también en calidad de vida, autoestima y bienestar.