El verano se despide, pero no del todo: deja tras de sí un aire juguetón que este otoño se traduce en manicuras con más fantasía de lo que cabría esperar.
Las pasarelas, las marcas de referencia y los estudios de nail art coinciden en un punto: este otoño, las manicuras se llevan con intensidad cromática, guiños nostálgicos y acabados que van del minimalismo elegante al maximalismo Y2K.

Esmalte de Mía Cosmetics. Precio: 7,95 euros.
Naturaleza y nostalgia
El bosque entra en el salón de manicura. Inspiraciones botánicas (hojas secas, flores de estación, ramas delicadas) se traducen en tonos tierra, verdes musgo, naranjas quemados y marrones cálidos. Es un regreso al origen, pero sofisticado, como quien se toma un café en porcelana mientras pisa hojas crujientes.
Colores que cuentan historias
El rojo nunca se va, pero este otoño se matiza: burdeos profundo, rojo teja, borgoña y morados oscuros toman el relevo del cherry red omnipresente del año pasado. También aparecen los tonos mocha y chocolate intenso, perfectos para quienes prefieren un gesto más discreto, pero igual de otoñal. El gris tormenta y los azules noche se suman al repertorio, ideales para climas fríos y estilismos sobrios.
En clave nostalgia noventera, el marrón mocha revive el aura de Carolyn Bessette Kennedy. Y los amarillos mostaza y verdes matcha añaden frescura a la paleta.

Esmalte de Masglo. Precio: 16,40 euros.
Formas y acabados
Si en verano reinaban las uñas almendradas, ahora regresan las cuadradas, cortas o de largo medio, con bordes suavizados. El acabado glossy sigue siendo tendencia: uñas perladas, glaseadas, efecto espejo o glass nails que parecen recién salidas de un escaparate de pastelería. Y para las más atrevidas, siguen vigentes los experimentos: manicuras tie-dye, leopard nails y efectos aura en clave otoñal.

Esmalte de Entity. Precio: 9,80 euros.
Reinventando clásicos
La francesa, lejos de jubilarse, se reinventa con puntas doradas, metálicas o asimétricas. Y los nudes, beige cálidos y rosas empolvados siguen garantizando elegancia en cualquier entorno.
El guiño Y2K
El revival dosmilero no perdona ni a las uñas. Piedras, perlas, aplicaciones 3D y cromados iridiscentes entran en escena, convirtiendo la manicura en accesorio joya. Quien tenga nostalgia de Britney con minifalda va a encontrar aquí su clavo ardiente.