Hasta hace poco, la higiene se medía por la capacidad de eliminar bacterias. Hoy sabemos que el cuerpo no necesita una guerra química en forma de desodorante agresivo, sino un pacto de convivencia. Nuestra piel es un ecosistema vivo con millones de microorganismos que, cuando están en equilibrio, nos protegen. Cuando se alteran, aparece lo que tememos: el mal olor.

Ahí entra el nuevo desodorante Noodor, un desodorante ‘antiodorante’ en crema que propone un giro elegante y científico a la rutina de higiene cotidiana.

En lugar de taponar las glándulas sudoríparas (como hace un desodorante clásico) o de disimular el olor con fragancias intensas, el desodorante Noodor actúa sobre la causa real: las bacterias que lo provocan. Lo hace con una fórmula 99,3 % natural y solo diez ingredientes, entre ellos óxido de zinc y microplata, conocidos por su acción antimicrobiana y su respeto por la piel.

La promesa no es menor: hasta 48 horas sin olor, sin aluminio, sin perfumes y sin interferir con el proceso natural de transpiración. En otras palabras, el cuerpo sigue funcionando como debe, pero el olor desaparece. Es eficaz incluso después del deporte o la ducha, y se puede usar cada dos o tres días, ajustando la frecuencia según el propio ritmo biológico.

desodorante-Noodor

Lo más interesante de un desodorante es su capacidad de regular la microbiota, en lugar de eliminarla.

La marca entiende el cuidado personal desde la ciencia de la microbiota, la misma que hoy revoluciona la cosmética y la dermatología. Neutraliza las bacterias responsables del mal olor, pero respeta las que necesitamos para mantener la piel sana y fuerte. Una especie de ecología cutánea aplicada al día a día.

La textura en crema, ligera y sin residuo, rompe también con la inercia del aerosol o el roll-on. Se aplica con los dedos, como un gesto consciente, casi ritual. Y al hacerlo, convierte algo tan prosaico como ponerse desodorante en un acto de cuidado informado, sin artificios ni exceso de marketing.

En tiempos en que hablamos de sostenibilidad, salud y bienestar con la misma naturalidad con la que antes hablábamos de moda, tiene sentido que los pequeños gestos también evolucionen. NOODOR encaja ahí, entre la innovación y el sentido común, entre la eficacia clínica y el respeto por la piel.

No hay perfume que lo enmascare ni promesa grandilocuente. Simplemente funciona. Si el futuro de la higiene pasa por escuchar lo que el cuerpo necesita en lugar de imponerle silencio, este pequeño tubo podría ser una buena forma de empezar.

Precio: 12,50 euros. A la venta en farmacias, herbolarios y en armoniabio.com.