Nunca me había hecho nada en los glúteos (también conocidos como ‘culo’), y creo que ha nacido una ‘adicta’ a esta clase de tratamiento.

El conjunto ‘glúteos-piernas’ tiende a ser conflictivo cuando se posee un segundo cromosoma X. Como han demostrado diversos estudios y se puede percibir empíricamente desde los 12 años, los estrógenos son los causantes de que las mujeres acumulemos grasa en las cartucheras, las caderas y los muslos antes que en otras zonas.

Este inteligente -y muy primitivo- sistema de acopio lipídico consigue que tengamos una nutrida reserva en momentos de necesidad, como una hambruna o una lactancia. Si bien la mujer moderna, con su nevera llena de alimentos ortoréxicos y su suscripción mensual al gimnasio, puede llegar a abominar de esta casuística. Y no seré yo quien juzgue a esta desconocida coetánea… Más que nada porque podría ser yo misma.

Estos días tan calurosos y apropiados para enseñar muslamen, me he desvirgado en tratamientos corporales con un tratamiento para el culo y las piernas basado en distintas técnicas, tanto manuales como de aparatología. El resultado me tiene tan fascinada y enganchada que me he vuelto adicta, y eso que no se puede considerar precisamente ‘agradable’.

Procedo a contártelo todo, todito.

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Clínica Lola Sopeña

Me han hecho 5 sesiones, cada una distinta. Todas fabulosas por la pericia, cariño y experiencia de Erika, la terapeuta a la que le asignaron mi ‘caso’ y a la que querría seguir viendo el resto de mi vida, con camilla y sin ella.

El tratamiento consiste en una sabia combinación de masaje manual muy contundente y doloroso (hay que movilizar las grasas, y pueden estar muy incrustadas) con técnicas como la maderoterapia, la cavitación, la gimnasia pasiva o la carboxiterapia. Esta última merece capítulo aparte, tanto por lo que duele en el momento como por el resultado que ofrece.

La ‘carbo’ consiste en disparos de Co2 sobre las zonas a tratar, esas que congregan grasa que lleva ahí desde que te comiste tu primer Frigopié. Literalmente ‘quema’ la grasa para que esté más manejable y moldeable y literalmente notas una quemazón intensa que, afortunadamente, se disipa en cuanto te quitan la pistola de encima. Es muy eficaz, y aunque se dice, se comenta, que se necesita un gran número de sesiones, yo he notado mejoría en mi piel y en el contorno con dos.

Luce Un Culo Diez

Lo que me conduce al capítulo expectativas. Los resultados dependerán en una enorme medida de tu estilo de vida (ejercicio, alimentación y consumo de alcohol y tabaco), calidad inicial de la piel y tipo de celulitis. No se puede esperar un cambio meteórico en dos días, pero sí te aseguro que te notarás más ligera, con la circulación más fluida y con la piel más lisa. Es un tratamiento doloroso, pero de ese dolor que tiene cierto regusto a gloria. Todas las veces he salido mucho mejor de lo que entré, incluso más descansada. La sensación es como de hacerte una descarga de piernas con un fisio.

Tampoco es realista pretender que los resultados se prolonguen durante mucho tiempo si no acompañamos bebiendo agua, comiendo bien, haciendo ejercicio, etc. Esta es una carrera de fondo, y necesita constancia y paciencia. La genética es muy puñetera. Alíate con ella y échale una mano y, aparte de ser más feliz, te verás mejor. Moratones aparte.

PD: aclaro por si hubiera la más mínima duda que las tonificadas posaderas que ilustran este post no son mías. Para ello necesitaría más sesiones, y quizá volver a nacer.

Precio tratamiento Glúteos Push-Up de Clínicas Lola Sopeña: 200 euros / bono de 5 sesiones.

Clínicas Lola Sopeña

Calle Mártires Concepcionistas, 2.

28002, Madrid.