La masturbación es el secreto mejor guardado del equilibrio femenino. A veces hablamos de bienestar como si fuera solo yoga, meditación o una buena rutina facial. Pero ¿y el placer? ¿Por qué sigue costando tanto colocarlo en la misma lista de autocuidado? La sexóloga y escritora Valérie Tasso lo tiene claro:

“Cuidarse, mimarse, compartir momentos íntimos no debería ser solo cosa de las vacaciones. Una vida sexual satisfactoria nos ayuda a gestionar mejor el estrés, a motivarnos y a sentirnos mejor”.

ValerieTasso

Según Valérie Tasso,  lo que nos enseñaron sobre el placer femenino lleva siglos cargado de prejuicios. Por fortuna, eso está cambiando. ¿Y sabes cuál es uno de los aliados más potentes en ese cambio? Los juguetes eróticos para mujeres. Sí, no es solo “ese juguete que no se nombra”: es parte de nuestra salud emocional y física, y de nuestra conexión íntima con nosotras mismas. Placer sin culpa, vaya.

La masturbación femenina, más allá de los tabúes que todavía arrastra, es una poderosa herramienta de bienestar. No solo libera endorfinas y dopamina —esas hormonas que nos ponen de buen humor—, también ayuda a dormir mejor, reducir la ansiedad y mejorar la conexión con nuestro propio cuerpo.  

Tu mejor momento de bienestar empieza sola y con un juguete

Y aquí entra el gran aliado de muchas: los vibradores. Olvídate de la vieja imagen del “juguete prohibido”. Hoy son piezas de diseño y alta tecnología. No hay más que ver el catálogo de Lelo,  la marca sueca de juguetes eróticos, que revolucionó el mercado con el succionar de clítoris. Los de última generación, como el modelo Switch, son sónicos, de doble estimulación, de viaje… incluso con aplicaciones que permiten personalizar cada sensación. Como dice la sexóloga francesa, el placer puede y debe adaptarse a cada mujer, a cada momento.

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Porque, según estudios científicos, más del 60% de las mujeres no llegan nunca al orgasmo. Y si hay algo que la experta defiende con convicción, es que el sexo —en solitario o en pareja— no es un lujo, sino una parte natural de la vida. “Abrazarse, besarse, sentirse amado también forma parte de la vida sexual”, recuerda. Quizás por eso propone tener a mano un pequeño kit de emergencia del placer: un masajeador, un lubricante y, sobre todo, tiempo para ti.

Masturbación, vibradores, orgasmos y autoestima

Valérie afirma que una vida sexual poco satisfactoria puede desencadenar en frustración, ansiedad y afectar muchísimo en nuestra autoestima. No es solo “placer por placer”, sino bienestar general.  También porque el deseo no es algo que “siempre está ahí”: puede adormecerse, apagarse por estrés, ansiedad, por etapas de la vida. Pero también se puede trabajar, despertarlo, cuidarlo, y eso hace la diferencia. 

Porque conocerse (y explorarse) es básico. Tasso insiste en la autoexploración: saber qué te gusta, dónde, cómo… usar un espejo si hace falta, tocarse y dejar de pensar que hay una única manera “correcta” de hacerlo. 

LELO Masturbación

Los consoladores han llegado para quedarse

  1. Historias con sabor a liberación
    Antiguamente, los vibradores se usaban como un remedio médico para tratar la “histeria” de las mujeres u otros diagnósticos absurdos. Hoy en día, ya no se justifican como terapia, sino como placer, empoderamiento, autoconocimiento. 
  2. No existe el orgasmo perfecto”
    Valérie dice que muchas mujeres sienten presión por tener un orgasmo “exacto”, “rápido”, “vaginal vs clitoriano”… pero que lo importante es la experiencia: sentir placer, conocer tu cuerpo y no juzgarse. 
  3. Romper mitos.                                                                                                                                               No todos los orgasmos son iguales: cambian con nuestro estado de ánimo, con nuestra energía física, emocional, con lo que hayamos vivido ese día.

Tips prácticos para comenzar (o profundizar) con un consolador:

  • Elige uno que te guste a ti: tamaño, forma, intensidad, material. No te agobies; lo mejor es que sea cómodo para ti.
  • Lubricación al rescate: un buen lubricante (preferiblemente a base de agua) puede marcar diferencia para evitar roces y aumentar el placer.
  • Crea un ambiente adecuado: luces suaves, música que te inspire, velas aromáticas … todo suma para que estés relajada y receptiva.
  • Dale tiempo: no tengas prisa porque si estás tensa, desvinculada o preocupada va a ser muy difícil llegar al orgasmo.

Algunas reflexiones finales  

Decir “yo me merezco esto” no es presumir, es reconocer que como cualquier otro aspecto de salud, te mereces sentir placer y satisfacción. Así es que la próxima vez que pienses en bienestar, añade el placer a tu lista. No es egoísmo, es salud. Y si además se disfruta, mejor que mejor.