La Navidad tiene sus códigos no escritos. Se come más de la cuenta, se duerme peor y, durante unas semanas, el maquillaje deja de fingir sobriedad. Vuelve el brillo. Y no tímidamente. Un brilli brilli con vocación decorativa, casi arquitectónica, como si el rostro fuera un salón listo para recibir invitados.

Sombra de ojos de Chanel
Las grandes casas lo saben y, año tras año, afinan su artillería festiva. Chanel, Givenchy o M · A · C no reinventan el maquillaje navideño con brilli brilli, pero sí lo reinterpretan con ese equilibrio tan suyo entre glamour y control del exceso.

Labiales de Chanel
Chanel sigue jugando en su territorio natural. Este año, se decanta por un brillo elegante y bien educado inspirado en el Cosmos, un brillo que no grita en las fiestas, pero se hace notar. Acabados metalizados suaves y pulidos, una pátina satinada en ojos y labios que funciona igual de bien con un vestido negro que con un jersey decente. Maquillaje pensado para cenas largas y fotos con flash que no delatan arrepentimientos al día siguiente. Brilli brilli de altos vuelos.
Sombra de ojos: 68 euros.
Rouge Allure Velvet: 53 euros.

Prisma Libre de Givenchy
Givenchy se entrega un año más a la sofisticación. Sus propuestas navideñas suelen inclinarse hacia pieles luminosas, casi vinilo fino, combinadas con ojos intensos y labios definidos. Aquí el brillo no es decorativo, sino estratégico. Sus famosísimos Prisma iluminan donde interesa y aportan algo de contraste donde toca. Ideal para quien entiende la Navidad como una excusa socialmente aceptada para dramatizar un poco más de lo habitual.
Prisma Libre edición Navidad 2025: 60 euros.

Brillo labial de M · A · C
Y luego está M · A · C, que, como siempre, no pide permiso. Glitter, pigmentos metálicos, sombras hiperluminosas y labios que reflejan la luz como una bola de discoteca bien maquillada. El mensaje es claro: ya habrá tiempo en enero para el ‘clean look’. Diciembre es para jugar, exagerar y recordar que el maquillaje también es diversión.
Jelly Shine Eye Shadow M·A·C Holiday: 31 euros.
Lipglass Air Non-Sticky Gloss M·A·C Holiday: 27 euros.
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La gracia del maquillaje navideño actual es que ya no exige un total look. No hace falta ir de arriba abajo como un adorno del árbol. Basta con elegir un punto de impacto. Un ojo metalizado, un labio con acabado joya, un iluminador aplicado sin miedo escénico… El resto puede mantenerse sorprendentemente sencillo (y, además, queda muy bien así).
Además, algo ha cambiado en la actitud. El brilli brilli ya no está ligado exclusivamente a la noche ni a la fiesta formal. Se cuela en comidas familiares, en eventos de día y hasta en ese afterwork que se alarga más de lo previsto. Porque, seamos honestas, si hay un momento para justificar una sombra dorada a las cuatro de la tarde, es este.
El maquillaje navideño de las grandes marcas no va de tendencias rompedoras. Va de permiso. Permiso para exagerar un poco, para divertirse mucho y para recordar que el brillo no es frívolo. Es festivo. Y la Navidad, con o sin fe, va bastante de eso.
Así que sí. Si dudas, añade brillo. Nadie se ha arrepentido jamás de un buen toque de luz en diciembre. En enero ya hablaremos de contención.
