El otro día mi amiga Betina me habló de la técnica metamórfica y, la verdad, nunca había oido hablar de este tema. Estaba entusiasmada con lo bien que le había ido y me dijo que tenía que probarla. Y, como me puede la curiosidad, le pregunté donde realizaban este tratamiento. Lo hacen en un centro que acababan de inaugurar en Barcelona, la Clínica Omega Zeta, en pleno Paseo de Gracia. Así es que llamé para pedir una cita y probar en qué consistía.

La clínica– que olía a nueva- es un centro especializado en medicina integrativa, es decir, que fusiona el conocimiento científico de la medicina convencional con las terapias y tratamientos de la medicina alternativa. Estos cuidados se aplican de un modo individualizado, ya que la medicina integrativa considera que todos somos únicos y necesitamos cuidados también únicos.

Me recibió Laia y me comentó que: “En Clínica Omega Zeta no sólo nos preocupa devolverle la salud a los pacientes, también nos interesa crear unos hábitos de vida que favorezcan el aumento y el mantenimiento del bienestar alcanzado.

A través de un plan personalizado que atiende a las necesidades físicas, psíquicas y emocionales de la persona que nos visita, tratamos de que gradualmente, el paciente sea capaz de escuchar su cuerpo, saber interpretar las señales que nos envía y actuar en consecuencia”.

Después me enseñó el centro que tiene muy buena pinta y es mucho más grande de lo que pensaba. Le pregunté a Laia en qué consitía la técnica metamórfica y me dijo:  “que es una técnica basada en la reflexología que actúa a través de la estimulación de las zonas reflejas de la columna situadas en los pies, manos y cabeza. Es una técnica vibracional que deshace los bloqueos energéticos producidos en la etapa prenatal, embarazo, parto y nacimiento, momentos vitales que rigen las pautas inconscientes que determinan nuestra forma de ser y de estar en el mundo.”

La verdad es que suena muy científico pero la realidad es más prosaica. Se trataba de pequeños masajes, casi cosquillas, alrededor de los pies, en las manos y en el craneo. Todo ello en seco, sin aceites ni cremas. Apenas tocándome los pies con la yema de las manos. No puedo contarte mucho porque me quedé literalmente dormida al cabo de 10 minutos. Me dio mucha rabia pero por lo visto es tan relajante que suele suceder. Hay otra gente que siente una regresión a su niñez pero yo no sentí nada de eso. Eso sí, salí como nueva. Sin tensiones ni nada de estrés.

Además de la ténica metamórfica en la Clínica Omega Zeta tocan varias áreas terapéuticas. Es mejor que llames o que consultes a su web porque la lista es muy amplia. Pero, si quieres saber qué tipo de patologías tratan te diré que desde la ansiedad y la depresión, pasando por ciática, fibromialgia, insomnio… hasta el colesterol o los dolores de columna.

Otras técnicas que aplican: Terapia de Polaridad, Bioresonancia, Biomagnetismo, Fototerapia, Craneosacral, Terapia Ortomolecular, Es-Teck, Sofrología…

En una palabra: un centro que promueve el bienestar de una manera integral que es la tendencia hoy en día. Y si quieres ideas para regalar estas navidades tienes unas promociones especiales en su página web.

Clínica Omega Zeta. Paseo de Gracia, 118. Piso 2º, 1º. Barcelona. Tel. 93 368 26 54. De lunes a viernes de 9 a 21 horas. www.clinicaomegazeta.com

Precio: Técnica metafórfica. 50 euros/ 1 hora.