El pasado 26 de abril se presentó en Madrid una marca de cosmética española realmente sorprendente: con una importante tecnología detrás y sin marketing de por medio. Todo empezó con una publicación científica sobre la disqueratois congénita y el péptido GSE24-2 realizada por la Doctora Rosario Perona, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este estudio  patentado a nivel mundial puso sobre la pista al Doctor Antonio Molina de Advanced Medical Projects que prosiguió la investigación para comprobar si además del potencial biomédico de este péptido, también podía tener una aplicación cosmética.

Aclarar que la disqueratosis es una enfermedad rara que causa un envejecimiento acelerado en los tejidos de los niños, entre ellos en la piel. Con el descubrimiento de Rosario Perona se demostró que este péptido GSE 24-2 aumentaba la actividad de la telomerasa en células envejecidas hasta llevarla a valores de células jóvenes de forma natural. Un importante hallazgo científico con patente y tecnología made in Spain dirigido en principio a curar esta rara enfermedad.

La línea cosmética GSE 24-2 nace de la cesión del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) de los derechos mundiales y en exclusiva de este descubrimiento a la compañia Advanced Medical Projects, que por su parte se compromete a donar todos los ingresos para I+D, dirigidos a avanzar en las fórmulas cosméticas y la investigación biomédica de enfermedades raras.

Es una cosmética solidaria al 100%, sus fondos se destinan a la investigación. Además es también cosmética natural al 90%.

Como te decía es una cosmética diferente porque la concentración de principios activos se da por unidades de actividad y no en porcentajes de miligramos como en la cosmética convencional. Cada tarro está testado científicamente para tener siempre la misma actividad.

También es distinta y muy exacta la manera de elegir el tipo de crema que necesitamos. Antes de comprar cualquiera de los productos, debemos realizar un sencillo test de ADN mediante un kit que recoge una muestra de saliva y que mide el envejecimiento biológico real de nuestras células. 

En función de los resultados del test tendremos que aplicarnos la gama verde, naranja o roja.

El precio del test son 195 euros, incluye kit y transporte por mensajería. Yo me lo hice y confieso que tengo 48 años y me salió que tengo las células como una mujer de 30. Ahí comprendí todo, me siento como si tuviera 30.

En un principio, la línea consta de 18 productos destinados al cuidado de la cara y de los pies que se pueden adquirir a través de la web de la marca: www.gse24-2.com

Una de las marcas de cosmética más científica y seria que han visto mis ojos. También la más solidaria. Me temo que pasará inadvertida porque no saben de marketing ni tienen portavoces famosas, aunque sus resultados sean estupendos.