Líate la toalla de secado mágico a la cabeza.
Son tiempos de gran encrespamiento. Quienes padecemos a diario y en silencio el tormento del pelo encrespado lo sabemos. Nada, o casi nada que no incluya nigromancia o un exorcismo, parece capaz de acabar con él.
¿Una de las claves? Extirpar la humedad de nuestro cabello como quien arranca un tumor. El pelo húmedo es frágil, y cuanto más tiempo permanezca en este estado más se encrespará y más se levantarán las cutículas, causando fricción y generando el característico aspecto electrizado del frizz.
Como poseedora de una cabellera permanentemente encrespada, contemplo con escepticismo preñado de anhelo las toallas de secado ‘mágico’ que nos llegan desde el frente del lujo tecnológico y que prometen quitar la humedad mejor que secadores y aires libres, sellando la fibra capilar rizada e indómita de una vez por todas.