Sombreros y gorros como accesorio de moda en cabeza que nos mantiene calientes en los meses más fríos. Gorro de lana, sombrero borsalino, modelo fedora, cloché o floppy, protección invernal a golpe de estilo.
Desde el otro lado del charco, llega una firma de zapatos con ganas de acompañarnos en nuestro caminar. Atiende por Loly in the Sky e imprime una fantasía ingenua antes que psicodélica a sus piezas. Más para la tierna twee que para la irónica hipster o la descreída normcore, aunque todas ellas podrían encontrar en esta firma mexicana la horma de su zapato.
“Como mujer, Audrey Hepburn lo tenía todo”, me contestó rotundamente Hubert de Givenchy cuando le pregunté hace unos años sobre su mejor amiga. Hasta el 18 de enero, exposición sobre Hubert de Givenchy en el Museo Thyssen.
Los trajes, blusas o vestidos de Oscar de la Renta, descanse en paz, son como él: elegantes, refinados, con un color y calor latinos llenos de vida pero contenidos, vivaces, alegres. Repasamos su vida en un álbum de fotos.
Firmas como MAC, Nars, Urban Decay, Bobbi Brown y Jesús del Pozo -en maquillaje- y Zalando, Amytouch, Villeroy&Bosch y se apuntan y nos echan una mano para vestirnos de negro y naranja o maquillarnos como la Morticia de la familia Adams. Llega Halloween.
“El ocre rojo y las conchas podrían haber sido determinantes en la evolución humana” dice Carlos Duarte, investigador del CSIC. Al parecer, favoreció la salud reproductiva y cerebral y, por tanto, también en la evolución humana.
La ‘normalización’ nació como una especie de reacción irónica. O de respuesta natural al hastío que producen la sobresaturación de tendencias y el gran escaparate de Seres Sociales bregando por adaptarse a ellas. El angst del Early Adopter con mucho-que-demostrar, conviviendo en el mismo espaciotiempo con la vuelta de todo del connaiseur.