Givenchy lanza este otoño una Edición Barber estrechamente ligada al gentleman actual, ese dandy de los dosmiles que gestiona su virilidad con la precisión estética de un miniaturista.
En este organigrama cartesiano y givenchyniano, la barba se define como el simbólico código de acceso a un club de prohombres, ya se atusen con –premeditado- desaliño, pertenezcan al -cada vez más denostado- hipsterismo o se atrincheren en una elegancia clásica e imperecedera. Cuestión de estilo.