Entrevista científica con un biólogo sobre las espirulinas para aclarar todas las dudas sobre este superalimento que tiene tantas proteínas como la carne y más vitamina C que las naranjas
Conocí las algas espirulinas en 1989, cuando empecé a escribir en El País Semanal sobre salud y terapias alternativas (todavía no estaban de moda), y por supuesto, las probé… No son para adelgazar como he leído por ahí, de hecho yo las tomé durante mi embarazo, precisamente para estar bien alimentada. Desde entonces, estoy enamorada de estas algas. Pero mucho antes en el México precolombino, aztecas y mayas las tomaban del lago Texcoco como un alimento milagroso y ceremonial; mucho más que un superalimento.
No todas las algas tienen efecto saciante, ni las marinas, ni las de agua dulce como es el caso de la espirulina; la reina de las algas cianoficeas, algas verde azuladaaaas…cómo cantaba Poch de Derribos Arias en su superhit de la movida Branquias bajo el agua.
Para saber un poco más, a ciencia cierta, hemos preguntado al director de Cianoalgae, Aldo Brunetti, un emprendedor italiano que distribuye algas para cosméticos y complementos alimenticios.
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