El uso del carbón activado se remonta a 1.500 años a.C. y la OMS lo considera uno de los medicamentos esenciales. Puede salvarte la vida en caso de sobredosis de fármacos por su capacidad de absorber toxinas o contra la diarrea. Pero lo polémica se enciende cuando se ha puesto como tendencia para borrar manchas y blanquear los dientes. Pero también se usa para absorber los puntos negros de tu nariz y los gases abdominales. Una mina de beneficios más o menos bendecidos…
Sus propiedades medicinales se aplican en cosmética para el blanqueamiento dental, como limpiador de puntos negros y acné y por vía oral como reductor del vientre hinchado.
El carbón activado del que te vamos a hablar no tiene nada que ver con el carbón mineral calorífico que traen los Reyes Magos si te portas mal, el mismo que enciende estufas, braseros y barbacoas. Es un carbón procedente de vegetales como el coco o el bambú y está listo y preparado para la aplicación que deseemos desde blanquear y borrar las manchas de los dientes o para purificar nuestros intestinos.