Todas buscamos ese remedio anti-ojeras casi milagroso…En realidad, no existe. La solución se encierra en fórmulas hidratantes, descongestivas…, y sus resultados jamás son inmediatos. Se trata de un viaje de largo recorrido, sólo si quieres dejar las bolsas y ojeras fuera de tu equipaje personal, basta dedicar un minuto o dos a hidratar la zona del contorno de los ojos. Aplica productos específicos para la frágil piel que circunda tu mirada con un masaje circular y lo verás todo con mejores ojos.
Adiós a esas ojeras que casi te pisas, esas ojeras que entristecen tu rostro con un halo de cansancio.
¿Quién no se ha levantado un día de la cama así, con ojos de panda? Pongamos remedio y dejemos el lado oscuro de nuestra mirada para otro día. Los mimos diarios de hidratación y automasaje suavizan el problema a largo plazo.