Limpiar las esponjas y pinceles de maquillaje es un gesto fundamental. A ser posible, después de cada uso. Acumulan producto, células muertas y bacterias, que pueden acabar de nuevo en el rostro si no se limpian.
Son uno de los básicos del tocador. Hay quien no puede vivir sin ellas para aplicar el maquillaje. Puedes usarlas previamente humedecidas o en seco, según la cobertura que desees. Pero, al fin y al cabo, son porosas. Restos de ese producto se van quedando en su interior. Por eso es indispensable limpiar las esponjas de maquillaje. Con unos sencillos pasos, te contamos cómo hacerlo correctamente. Seguir leyendo…