Las temperaturas calurosas del verano traen aparejadas una mayor presencia de bichos. Mientras tanto, pasamos más tiempo al aire libre, en el campo o la piscina… Por eso en esta época son tan habituales las picaduras de insectos (y las mordeduras). Los hay que pican para alimentarse (como los mosquitos) y otros lo hacen por defenderse (como las abejas). Aunque sea casi imposible librarnos de ellos al 100 %, os traemos algunos trucos para intentar evitarlas.
La mayor parte de las veces las picaduras de insectos simplemente son molestas, pero en algunas personas pueden provocar alergias
Mosquitos, moscas, avispas, abejas, hormigas, pulgas… su presencia crece en las épocas de calor. Algunos de ellos pican y muerden simplemente para alimentarse de la sangre. Por regla general, sus picaduras producen picor, generan habones, ronchas y esto puede ser bastante molesto. Pero puede ir más allá. “El riesgo más importante es la transmisión de enfermedades. Muchas de ellas son más propias de climas tropicales y solo se han detectado algunos casos importados en nuestro país (fiebre amarilla, zika o dengue, por ejemplo). No obstante, cada vez más se alerta de la presencia de nuevas especies de insectos que no son típicas de nuestro clima, por lo que no podemos ignorar el riesgo”, indica Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma.
Hay otros casos de insectos venenosos, como avispas y abejas. En su caso, pican como método de defensa. En torno al 3 % de la población tiene alergia a su veneno, según datos de la farmacia online DosFarma. Incluso se calcula que unas 3 o 4 personas podrían fallecer cada año en España por esta causa. “Un porcentaje bastante importante de gente es alérgica al veneno de avispas y abejas, y muchas no lo saben hasta que sufren la primera picadura”, advierte la experta. Seguir leyendo…