Control del cuerpo, meditación para entrenar la mente y respiración consciente. Las tres claves, según los afectos al Chi-Kung (Qi Gong), de la eterna juventud y el ‘aterrizaje’ sobre una vida plena y satisfactoria, con los ánimos bajo control.
Y es que las filosofías orientales siempre han gozado de buena fama a este lado de Occidente. Ahí están el Yoga en sus múltiples variantes (algunas muy pervertidas y alejadas del original), el Tai-Chi, el Reiki o cualquiera de las prácticas que aspiran a equilibrar cuerpo y mente en dinámicas de trabajo perfectamente individuales. Porque aquí sólo cuenta usted, su capacidad de concentración y su disposición a abstraerse de las miserias de la vida moderna hacia una reconexión consigo mismo. Si lo que quiere es despedirse de la ansiedad, el estrés y las estériles comezones de tarro en bucle, quizá le sea más útil –y duradero- aprender a respirar junto a un buen maestro que rodar en una bici estática al son del Taxi de Pitbull.