El secreto de la belleza no está en una crema, un tratamiento, un hábito saludable o la casuística de la juventud, sino en un logaritmo conocido desde la antigüedad. Toma nota medidas.
La belleza es una cuestión de proporciones. ¡Ojo! Los hábitos, la cosmética y demás utilería ayudan, y no poco, a sentirse y verse bien. Pero esa belleza ‘natural’, fresca, incuestionable e independiente de maquillaje y retoques que venimos admirando las buenas gentes responde a una constante de números que, sin duda, te sonará: 1, 61803… y una retahíla de decimales que, con todos los respetos, no vienen al caso.
Los cánones de belleza están relacionados con el número Phi, ladies and gentlemen. ¡Alabemos al número Phi! Nada que ver con 3,1416…