La cirugía robótica comparece, a estas alturas de historia, como la intervención más adecuada para intervenir el prolapso pélvico, una situación que afecta al 30% de las mujeres de 50 a 89 años, de las que en torno al 7%-19% de las mismas requiere procedimiento quirúrgico.
¿Lo mejor, aparte de la mejora notable en la vida sexual? Que estamos hablando de una cirugía no invasiva que permite saltarse el estado intermedio, la laparoscopia, además de la operación a abdomen abierto. Esta posibilidad supone para las afectadas menor riesgo de complicaciones, menos sangrado y mínimo estancia hospitalaria, puesto que generalmente podrán abandonar el hospital el día después.
“Hola, vengo del futuro para hacerte la colada ayudarte a mejorar tu vida sexual (entre otras vidas posibles)”. Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que ‘los robots’ iban a ser los artífices de la mejora en nuestras partes más íntimas, quizá hubiéramos protestado. O no. En cualquier caso, el futuro está aquí, y es fabuloso.