
¿Tiempos aciagos? ¿Preocupación por la pasta? Pasa kilos del desasosiego, practica un loable pragmatismo neo-zen, elévate sobre los agentes externos. ¡Háztela tú misma! Me refiero, claro está, a la pasta de dientes…
Son tiempos de leer con lupa la letra pequeña. Como consumidores de la Era Con Internet, disponemos de acceso rápido a los componentes de productos de uso diario y podemos contrastar información hasta dar con un producto seguro.
Algunas pastas de dientes comerciales, por ejemplo, no son tan inocuas como parecen. Incluyen químicos que ya han sido cuestionados por la comunidad científica, como el cloruro de bezalconio, la clorohexidina o el triclosán, en tela de juicio por sus efectos perjudiciales sobre la salud y el medio ambiente.
En el mercado existen muchas alternativas buenas, bonitas y relativamente baratas. Otra satisfactoria opción es preparar tu propia pasta de dientes siguiendo una receta.
Hoy colaboramos a la causa con un buen par. Esto sí que es hacer pasta fácil…
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