The Organic Spa lanza un nuevo protocolo de belleza unisex con loto sagrado de Tailandia.
Imaginad un oasis al margen de la sociedad 3.0 que te invita a una experiencia multisensorial durante 90 minutos. No se me ocurre una forma mejor de describir el nuevo tratamiento facial Lotus Defense de The Organic Spa. Basado en las propiedades del loto rosa, planta conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, es un ritual de belleza consciente para urbanitas hiperestresados con una potente barrera anti-polución.
Y no es para menos. El loto es la flor ‘detox’ por antonomasia porque predica con el ejemplo las bondades del descanso, ya que se protege a sí misma escondiéndose por la noche y creando un escudo contra las agresiones externas. Como eje central del protocolo, el loto rosa promete mejorar la piel, aportar elasticidad, reafirmar, dar luz y minimizar las líneas de expresión. Combinado con otros ingredientes naturales como el diente de león, las semillas de altramuz, el alga roja o el cactus, se consigue un tratamiento facial muy completo para la que la piel mantenga la luz del verano mientras hacemos la transición a los meses mas fríos.

The Organic Spa es especialista en crear auténticos rituales de belleza que trascienden el plano meramente estético. El Ritual Facial Lotus Defense se concibe como una terapia holística que nutre la piel y relaja el espíritu a través de una serie de etapas muy bien medidas en las que el estrés parece evaporarse. Y no es ninguna tontería, porque el estrés, especialmente en la vuelta al cole, es uno de los mayores causantes de que vayamos con la piel mustia y el alma hecha un nudo.
Bellezas Puras, yo a veces pienso que lo que necesito es un filtro de Instagram para ponerme en la cara por la mañana. Entre mi vida real y mi personalidad online parece que siempre tengo una lista de tareas pendientes, lo que me convierte en el conejillo de Indias perfecto para probar cualquier tratamiento que prometa quitarme la cara de acelga pocha.

Lo curioso de The Organic Spa es que han conseguido recrear un trocito de Tailandia en pleno corazón de Madrid. Al entrar en el centro parece que te contagias de una energía calmada y serena, muy acorde con la personalidad tailandesa. Con calma y sin prisas, el protocolo empieza con una bienvenida con un té orgánico. Tras charlar con la recepcionista sobre potenciales problemas de salud que deba conocer la terapeuta, se pasa a la cabina y se renuncia al mundanal ruido dejando el móvil (y las preocupaciones) en una cajita cerrada. Para empezar a liberar tensiones, la terapeuta realiza un ritual de lavado de pies a base de zumo y hojas de lima Kaffir, raíz de árbol de té y limón. Un gesto sencillo que anima a disfrutar del momento y a estar plenamente presente.
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