Tomar clases de baile, además de ser una alternativa divertida a las tablas de gimnasia, la biodanza por ejemplo, es también un ejercicio completo para moldear el cuerpo y acompasar la mente con la música. Sus beneficios van más allá de los ejercicios físicos y entran de lleno en el terreno del desarrollo y el crecimiento personal. Y creo que casi cualquier tipo de baile te ayuda a expresar emociones, a conocerte mejor y a que fluya tu energía positiva.
Las danzas ponen en movimiento o en danza todo nuestro organismo, haciéndonos trabajar desde la punta del pie hasta el último mechón de nuestros cabellos. Desde el agitado rock and roll a los sinuosa danza del vientre, cada baile tiene unas propiedades específicas que está en relación directa con la técnica empleada. De manera similar a lo que ocurre en algunos deportes (por ejemplo, el tenis fortalece la musculatura de los brazos), los distintos estilos de baile tienden a un desarrollo corporal diferente. No es lo mismo bailar tango que cha-cha-chá, y los resultados se aprecian en músculo a músculo.
¡¡¡ Todos a bailar !!!