No todo lo que masticamos cuando comemos algo son sustancias alimenticias. Además de los nutrientes esenciales, y por supuesto las calorías, los alimentos tienen de forma natural o artificial sustancias bioactivas que van más allá de la nutrición. La comida puede ser nuestra medicina o nuestro veneno. Por eso, la dieta del futuro se nutre de complementos nutritivos y alimentos bioactivos con una acción terapeútica añadida.
Hoy en día un kiwi “natural” pueda convertirse en una especie de ilusión óptica. No existe ninguna diferencia aparente entre un kiwi de cultivo transgénico pergeñado en un laboratorio o un kiwi madurado directamente en la planta, algo que cae por su propio peso. La fruta madura es una especie en extinción en las estanterías del supermercado. Lo verdaderamente tremendo es que el carrito de la compra del siglo XXI se parece cada día más a una novela de ciencia ficción. Leche con ácidos grasos de pescado, agua mineral con calcio, barritas de cereales energéticos…
Antes de llevarnos algo a la boca conviene leer la letra pequeña, procedencia, tipo de cultivo… El pan nuestro de cada día, si es de molde lleva azúcar para sorpresa de muchos diabéticos. Y por citar otros ejemplos: las patatas fritas de bolsa, las mermeladas o una sencilla loncha de Jamón de York contienen harina de trigo, para desgracia de celíacos y resto de la población.
¿ En qué tipo de dieta debemos confiar cuando nos están dando kiwi por liebre?