He probado un gadget que rejuvenece la mirada y ayuda a eliminar bolsas y ojeras.
¿Sabías que la piel del contorno de ojos es hasta 5 veces más fina que la del resto del rostro? De ahí que sea tan proclive a expresar signos de envejecimiento y cansancio como las patas de gallo, ojeras, bolsas o flacidez de los párpados.
Una tiene siempre dos opciones ante este panorama: 1) asumirlo con entereza y sentirse orgullosa de la realidad de su mirada (al fin y al cabo, todos estos ‘horrores estéticos’ son perfectamente normales, propios de una vida y genéticas sin tacha), 2) suministrarse periódicamente un tratamiento de medicina estética.
Y antes que esta toma de decisiones, prevenir, enlentecer y mimar el proceso natural de envejecimiento con estrategias agradables, como exfoliar la piel una vez a la semana y aplicarse un buen contorno de ojos, beber mucha agua, ponerse un par de bolsitas de manzanilla a modo mascarilla y / o recurrir a tratamientos de cabina no invasivos. Como la presoterapia para la mirada que propone la gran dama de la belleza Carmen Navarro, a base de aparatología apta, incluso, para quienes sólo disfrutan con el tacto manual –no sólo la máquina no molesta nada, sino que da gustirrinín-. Los resultados son muy positivos siempre que se enfoque con periodicidad y como tratamiento preventivo. Paliativo, hasta cierto punto.
Dicho de otra manera: no esperes a que te salgan las arrugas y demás mandangas (bolsas, ojeras, mirada de oso panda) porque te costará mucho más deshacerte de ellas, si es que te molestan.