Somos química pura. Así, algunos alimentos son capaces de aumentar la producción de las hormonas que te hacen sentir feliz. Dales duro y ¡a gozar!
Ser feliz es una suma de predisposición genética, actitud y estilo de vida. Lo que comprende, entre muchísimas otras cosas, los alimentos que pones en la punta de tu tenedor.
El sociólogo Miguel Almodóvar lo explica de un modo muy apetecible en “Mood Food, la cocina de la felicidad”: “estar de buen humor hace que te sientas mejor y seas más optimista. Fomenta la creatividad y el aprendizaje y ayuda a superar el estrés”.
Ojo: comer con la vista puesta en la producción de serotonina y endorfinas, las hormonas de la felicidad, no está reñido con las fantasías gastronómicas. Y, si lo dudas, echa un vistazo a la suculenta lista de la compra que hemos preparado a continuación. A por la felicidad zampando, ¿puede haber plan mejor?