En noviembre hice un delicioso viaje por Girona con un pequeño grupo de blogueras. Recorrimos desde el pirineo hasta la costa cruzando por la maravillosa comarca de El Ampurdán con excelentes vinos y mejor comida. El arte de Dalí a medio camino entre el monte y la preciosa villa de Lloret de Mar; con unos impresionantes jardines de estilo romántico italiano al borde del mediterráneo. Pudimos oir soplar la famosa tramontana y ver las nubes deshilachadas (“rufas”) pespunteando el cielo. ¡Cuánto se aprende siempre en los viajes al campo!
Nos despedimos en el Balneario de Vichy Catalán con un vaso de agua mineromedicinal. Pero también pudimos beber vino en una pequeña cata en una moderna bodega de vinos de diseño: La Vinyeta. Allí pudimos degustar a pie de viñedos una comida de la propia granja ecológica que recicla los hollejos de la uva para alimentar a sus gallinas con todo el poder antioxidante del resveratrol, con lo mismo que se elaboran las cápsulas antiaging de la firma cosmética Esdor procedente de las bodegas de Ribera de Duero.
Creo que fueron 4 días, pero ahora lo recuerdo como si hubieramos estado un mes viajando por este paraíso cercano y para mí completamente desconocido. Bueno, sí había estado en Sagaró y en una breve visita al Ampurdán, concretamente directa al Perelada Wine Spa situado en una hermosa finca rodeado por campos de golf y que acaba de celebrar ya su décimo aniversario. Lo que desde luego no había hecho nunca era viajar en globo, y por fin lo hice. Recorrimos 29 km sobrevolando el Bajo Ampurdán y admirando el mediterráeo y las Islas Medas. Otra de las experiencias del viaje, donde abundó la excelente comida, fue un interesante curso de cocina ampurdanesa con visita al mercado de Palamós. Probamos masajes, tratamientos faciales, corporales y los circuitos de agua. Una ruta que discurría de spa en spa , exactamente igual a como dicen algunos que estamos las periodistas de belleza habitualmente. La verdad es que algo de eso hay, pero por supuesto no es tanto como dicen.