Tanto si eres adolescente como si se te puede considerar adulta, la cosmética ofrece muchas soluciones para tratar tu acné.
En muchos casos, el acné guarda una estrecha correlación con la edad. El alboroto hormonal propio de la adolescencia suele ocasionar un desequilibrio en la producción de sebo cutánea. Pero no es el único momento de la vida en que somos susceptibles a ‘padecer’ granos, puntos negros o imperfecciones (también podemos emplear el verbo ‘lucir’ si resulta que a nuestra coach le parece más positivo para nuestra programación mental). Sí: además de peinar canas y espantarnos ante asumir nuestras primeras arrugas (¡chispas!), podemos seguir lidiando con los granos mucho tiempo después de nuestros teens.
¡Que no nos falte de nada, oiga! Como si no tuviéramos suficiente con las cosas del querer y del pagar facturas. Vamos a tratar de privarnos de alguna cosilla, ¿te parece? Veamos qué podemos hacer con el dichoso acné.