El poder terapéutico de las piedras preciosas y semipreciosas sobre la piel ha sido documentado en prácticamente todos los tratados de medicina holística, desde el Ayurveda al chino, el egipcio, el griego, el romano los nativos americanos Hopi e incluso los textos bíblicos del Antiguo Testamento.
Según demuestran algunos estudios científicos, las piedras preciosas y los minerales ejercen cambios celulares en la piel cuando se incorporan en los rituales de belleza. Sus propiedades y beneficios son verdaderas joyas para la belleza.
Sus elementos naturales actúan como electroestimulantes, ayudando a mejorar la reparación celular, reducir la inflamación, calmar el enrojecimiento y combatir los signos de envejecimiento, promoviendo así la luminosidad de la piel desde el interior.
¿Una manera sencilla de incorporarlas? Hazte con un rodillo de tu piedra fetiche y empléalo para darte un masaje facial después de ponerte tu crema favorita. Te contamos cuáles son las principales piedras preciosas y cómo benefician tu piel.