Patitos de goma con sorpresa, barras de labios con un plus, cosmética que se come … son lo último en juguetes sexuales, ¿te suena?
¿Por qué nos cuesta tanto a las mujeres entrar en un sex shop? Y no es que nos horroricen los vibradores expuestos en los aparadores sino porque toda la tienda en sí, está organizado desde el punto de vista del gusto masculino. La verdad es que el ambiente sórdido de estos locales nos hacen huir despavoridas a la mayoría.