Cuenta la historia que la reina Cleopatra gustaba bañarse en leche de burra para mantener la tersura y firmeza de su piel. De aquellos polvos (perdón), estos lodos: aunque circulan toda clase de versiones sobre esa leyenda, a día de hoy la leche sigue siendo un elemento caro para quienes se encargan de formular los cosméticos que nos aplicaremos, con gracia de emperatrices, en la intimidad de nuestro cuarto de baño.
Y es que cuando Cleo se emperraba en refinar su piel con ‘oro blanco’ no andaba desencaminada, como se ha demostrado después. La leche es rica en calcio y en vitaminas A, B y D, aumenta la producción natural de colágeno y además contiene ácido láctico, que ayuda a exfoliar la piel delicadamente sin irritarla.
Hoy te hablamos de Company V, Lactovit y Oskia, tres marcas que trasladan las propiedades de la leche a sus punteros productos de cuidado personal.