Puede que no te haya tocado la lotería y también puede que no tengas en tu casa un lingote de oro puro como Díaz Ferrán, ni un millón de euros en tu cuenta bancaria, creo que será lo más probable. Pero una cosa es que no lo tengas y otra muy diferente es que tu mayor sueño sea tan cegador como el resplandor de un tesoro. En momentos de crisis, el poder del oro se manifiesta más esplendoroso si cabe. En la repisa de tu cuarto puedes tener un lingote ficticio con el aroma del poder: 1 Million o Lady Million de Paco Rabanne apuestan por esa lluvia de oro.
El dinero y el sexo o la seducción del amor son los deseos más intensos que tenemos y seguimos teniendo desde que el mundo empezó a civilizarse. Y no, no hemos desaparecido y tampoco hemos cambiado en nuestro afán por rendir culto al oro.
La pregunta del millón para Goldfinger es: ¿si pudieras hacer un chasquido con los dedos y pedir un deseo como el guapo Playboy protagonista de este spot, (el modelo Matt Gordon) qué pedirías? ¿Un cheque para liquidar la hipoteca? Quizá la paz en el mundo, un deseo clásico en plan Miss candidata a cualquier concurso de belleza que se precie.